Capítulo 21

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[Maratón 1/2]

Dentro de la alcantarilla, Naruto tapaba su nariz ya que el agua apestaba podredumbre

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Dentro de la alcantarilla, Naruto tapaba su nariz ya que el agua apestaba podredumbre. Con cada paso chapoteando en el riachuelo, el Shinobi concentró en sus oídos. No había nadie cerca, el pasillo no era vigilado y es extraño, considerando que son ninjas que pueden escurrirse por cualquier lugar.

Naruto casi se tropieza con algo rígido y, deseando tener un poco de luz, toca el obstáculo con cuidado. Las arcadas aparecieron como reflejo, el asco recorriendo cada centímetro de su cuerpo. Es un cadáver y no es solo uno, había cinco acumulados aquí. Uno encima del otro. Con fuerza de voluntad, avanzó pisoteando los cadáveres.

Al final logró llegar a una escalera de madera. Sube con cuidado para evitar encontrarse con alguien, por suerte ningún escalón gimió bajo su peso. Frente a la puerta se queda unos minutos pensando.

[Has activado "sigilo"].

Apenas atravesó la puerta, la cerró con mucho cuidado. El pasillo no tenía ninguna ventana y contiene celdas vacías. La prisión apestaba a desechos y orina, parece que la limpieza no tiene cabida. Examinó cada centímetro y dejo caer su habilidad, necesita recargar su mana.

Naruto, decidiendo que ya había esperado lo suficiente, caminó a la puerta pesada. Activando una vez más el sigilo, salió de la prisión. Entrando a otro pasillo, que estaba lleno de puertas.

—¿Has escuchado que Yagura perdió? —un guardia apareció por la esquina.

—¿¡Qué!? ¡Eso es imposible! ¡Es un maldito Jinchuriki! —replica su compañero. Naruto se aparta del camino.

—Son rumores —gruñe.

—Hombre... deberían limpiar el desagüe, apesta —el guardia se tapa la nariz.

—Tienes razón.

Los guardias se paran al lado de una puerta. Con sus sentidos mejorados, Naruto escucha débiles gemidos de dolor y sollozos. Decide seguir al otro pasillo, ignorando a la persona que se encontraba ahí. Pronto volvería y lo ayudaría, se promete.

De nuevo en otro pasillo lleno de puertas, decide entrar en una puerta al azar. Soltando un suspiro de lamento, Naruto mira a la mujer colgada, como cerdo, desde el techo con unas cadenas. No respira. Su cuerpo lleno de corte y quemaduras. Ni siquiera tiene la constitución de una Kunoichi, por lo que había sido torturada solo por placer egoísta. Cierra la puerta y avanza otra vez, deseando llegar a la alarma con rapidez.

—Ese imbécil de Ryoko. Maldito infeliz. Dejándome solo en la ronda —un guardia frustrado aparece.

[Mana insuficiente].

["Sigilo" ha sido desactivado].

—Mierda... Mierda —Naruto se adentra en la puerta más cercana.

Naruto: Solo LevelingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora