Capítulo 40

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Sadie:

Aún así Finn hubiera ganado, no hubiera pasado nada. Solo el beso. Nada más.

-¿hablaste con Dean?- pregunto. Millie asiente. Me quedo en silencio por unos minutos para ver si se atreve a hablar, pero no lo hace y me desespera- ¡¿y qué te dijo?! ¡¿Qué le dijiste?!

-¿tienes galletas?

Está bien, entiendo que no quiere hablar de eso... Por ahora, pero de seguro después le voy a lograr sacar toda la sopa.

Le paso el paquete de galletas de soda y se lleva una a la boca.

-¡sabe horrible!- hace una mueca-¿no tienes de dulce?

Exigente la niña.

-Millie, cuéntame.

-sólo le dije que el beso no significó nada, nada más.

-¿y de verdad no significó nada?

-¡Sadie, por dios, por supuesto que no!

-bueno, para ti no significó nada, ¿y para él?

-tampoco.

Asiento.

No me dan confianza las palabras de Millie. Puede que ella ame a Noah tanto como dice, pero sé que las cosas pueden cambiar con un solo "hola". Me ha pasado. Tengo que hablar con Dean. Necesito saber si para él, el beso también fue algo sin importancia.

Para pasar el último día con mi madre y mis amigos, decidimos hacer un día de campo en el patio de la casa.

Millie se encargaba de servir la gaseosa, mientras que Finn y mamá preparaban los Sandwiches. Ingrid y yo nos peleábamos por separar los vasos, era la tarea más fácil y la que requería minoría, tanto de tiempo como de esfuerzo. Dean estaba sentado en un borde y su gesto era... No sé cómo explicarlo de la manera correcta, yo siento que no era él.

-voy con él- me gustaría pelear con mi hermana, pero no tendría objeto la discusión, pues ella conoce a Dean como la palma de su mano, y no hay que mentir, la hija de perra sabe dar consejos maravillosos.

También me duele la pérdida de la abuela, pero sé que mi dolor no puede ser nada comparado con el que él siente. Era parte de su vida más que de la mía... La abuela era su vida.

-Sadie- levanto la cabeza y me encuentro con Finn extendiendome un trozo de jamón. Lo agarro y me lo llevó a la boca. Le sonrío mientras mastico-¿puedo hacerte una pregunta?- asiento.

Antes de que Finn pueda volver a hablar, Millie aparece agitando su celular y en la pantalla está Noah.

-hola- agito mi mano y le regalo una amplia sonrisa. Él me devuelve el saludo.

Ingrid:

Acaricio la espalda de Dean una y otra vez, sé que está haciendo un esfuerzo tremendo por no desatarse en llanto. Admiro su fuerza. Lo admiro a él.

-llora si quieres, puedes ir a tu habitación, nadie va a decir nada- apegó su cabeza a mi hombro y ahora comienzo a acariciar su mejilla.

-encerrarme en mi habitación no va a hacer más que atraer todo los recuerdos- asiento. Tiene razón. Sin evitarlo, Dean suelta un sollozo y se apega más a mi- ¿por qué me dejó?

Lo rodeo con mis dos brazos y dejo que llore en mi hombro. No quiero que se guarde todo lo que siente, es peor.

-ella me lo prometió, me dijo que iba a estar comigo.

-son promesas que, de cierta manera se cumplen, pero de otra cierta, no. La abuela te adoraba, y aunque suene cruel de admitir, yo sentía celos de ti... Digo... Tú la tuviste por tanto tiempo, disfrutaste demasiado de ella... Mi hermana y yo no tuvimos esa posibilidad tan maravillosa que tú tuviste.

-A veces solo quisiera ser un bebé, para no recordar nada, pero tampoco quisiera olvidar todo lo lindo que pasé con ella.

Acaricio de nuevo su espalda.

-tienes que ser fuerte, Dean. Tienes que hacer sentir orgullosa a la abuela.

-para ti es fácil decirlo...

-y para ti es fácil hacerlo, eres una buena persona, hábil, y con capacidades maravillosas... y muy guapo, además.

Ambos soltamos una risa y después, beso su coronilla.

-no te calles lo que sientas, sabes que siempre me vas a tener a mi para escucharte.

-¿en qué momento cambiaste tanto?- lo miro confundida- me caías mal cuando éramos niños, siempre te creías demasiado por vivir en Canadá. Eras odiosa, fastidiosa, insopo...

-¡ya entendí!- ambos soltamos una risa. Dean limpia los rastros de lágrimas con sus pulgares y después los limpia en mi camisa- ¡Dean, que asco!

No puedo evitar mirar sus labios, que por fin están curvados en una sonrisa. Se ven demasiado suaves y...

Finn:

Después de una larga conversación con Noah, Millie se va a la habitación para poner a cargar su celular. Me acerco a Sadie y comienzo a formular la pregunta de nuevo...

-¿me vas a dejar intentarlo?- ella me mira y frunce el ceño.

-¿el qué?

-el que vuelvas a ser mi novia... O sea, el...- me puse nervioso y nada salió como lo había planeado en mi mente. Sadie sonrie.

-¿el qué?- vuelve a preguntar esta vez con un tono más chillón.

-algo así como...- me quedé en blanco.

-¿volver a conquistarme? - asiento - no.

Frunzo el ceño y Sadie suelta una risita.

-mientras yo siga aquí, no. Una vez haya vuelto a Canadá, ya lo veremos.

Juntos. (Fadie) #2 ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora