Capítulo 38

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Millie:

Abro los ojos y no logro ver nada gracias a la oscuridad. Me siento con cuidado en la cama y puedo sentir el cuerpo de Sadie descansando a mi lado. Me duele la cabeza y todavía siento que todo me da vueltas. Casi no recuerdo nada de anoche, sólo recuerdo...

La noche anterior:


Después de despedirnos de Finn y Sadie y coger nuestro camino, Dean y yo nos quedamos en total silencio. Primero que todo, porque no quiero ser imprudente y preguntar algo que le pueda hacer daño.

-eres linda.

Sonrío.

-lo sé, no es una novedad.

Dean también ríe.

-¿qué quieres hacer? ¿Quieres comer?

-acabamos de cenar, por dios.

Él se levanta de hombros y las cosas comienzan a tornarse un poco incómodas. Pasamos varias casas sin hablar, solo con el ruido de los coches que pasan, y de nuestros pasos.

-¿qué tal todo con... Tu novio? - se lleva las manos a los bolsillo.

-bien, de maravilla.

Caminamos varios minutos más en un silencio demasiado incómodo, tanto que me empiezo a arrepentir de haber aceptado venir con él.

Presente:

Después de eso, recuerdo que entramos en un lugar estrecho, lleno de luces, pero no de personas. Me llevo las manos a las sienes y las froto, tratando de invocar más detalles sobre la noche anterior.

No logro nada, solo que mi dolor de cabeza sea más intenso. Me recuesto de nuevo y abrazo a Sadie.

Intento dormir de nuevo, cierro los ojos, pero el dolor de cabeza me tortura.

No sé cuánto tiempo pasa, pero yo ya me empiezo a sentir soñolienta de nuevo. Cierro los ojos y...

Ahora que me he quedado solo, que me queda poco de ti: solo la culpa y un futuro que yo vendí.

-¡la maldita alarma!- empujo el cuerpo de Sadie con toda la rabia que me es posible. Cabe aclarar que mi intención no era tirarla al piso, y mucho menos que cayera encima de Finn.

Bueno, le devolví la que me hizo hace muchísimo tiempo, con las mantas.

La estruendosa música deja de sonar y Sadie se lanza a la cama furiosa.

-¡Millie Bobby Brown!- me cubro la cabeza con una almohada.

-¡no grites!

-¡tú no me grites!

-¡yo no te grité!

-¡sí me gritaste!

Me quita la almohada y ahora me cubro de completo con las cobijas.

-Sadie, no te grité.

-¡¿pueden dejarme dormir en paz?!

-¡no nos grites! - gritamos las dos al mismo tiempo.

Sadie se levanta de la cama y cuando vuelve a ella, tiene una botella de agua y una pastilla en las manos. Me las entrega y me tomo la pastilla sin dudarlo.

-yo que pensaba emborracharme así por primera vez en su boda- Sadie niega.

-tú ni teniendo resaca dejas de ser imprudente.

Sadie vuelve a la cama y prende el televisor, baja el volumen y me da la vuelta. Me quedo viendo la tele un rato, y el dolor de cabeza cada vez es más leve. Mis ojitos comienzan a pesar de nuevo y antes de poderme quedar dormida, una imagen viene a mi cabeza.

Me siento de nuevo en la cama y sacudo a Sadie

-¡¿y ahora que demonios quieres?!

-besé a tu primo.

Sadie se sienta de inmediato en la cama.

-¡¿qué?!

Juntos. (Fadie) #2 ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora