Juntos. (Fadie) #2 ✔

Capítulo 78

Ingrid:

Falta poco para el cumpleaños de Dean, y habíamos decidido hablar con mamá. Hablaríamos con todos, pensábamos dar a conocer lo que sentimos uno por el otro.

Sadie me acompaña a comprar algunas cosas para la fiesta. Lleva a Emma tapada en el coche, hace bastante sol y al parecer la piel de mi sobrina es demasiado delicada.

-¿te parece si compramos el mantel y vamos a comer algo?- propongo. Sadie acepta.

Pasamos por varias tiendas, pero ninguna tiene exactamente el tipo de mantel que quiero.

-¡ese no tiene nada de malo, Ingrid! Y aparte, es el que más se parece al que tú quieres.

Sé que Sadie está estresada, y no quiero que se ponga peor, así que compro el último mantel que vimos.

Al final, no vamos a ningún restaurante, decidimos que iríamos a la casa y las tres (contando a Emma) y cocinariamos algo delicioso para esperar a Mamá.

Sadie se encarga de alimentar a Emma y hacerla dormir mientras yo acomodo las cosas y me entero bien de qué es lo que planeamos hacer.

Después de casi una hora, y de que yo ya haya terminado de preparar todo, Sadie baja con el cabello recogido en un moño y una sonrisa resplandeciente.

-ya terminé todo.

-lo siento, es que Emma no quería dormir.

Asiento. El teléfono comienza a sonar. Mi hermana y yo nos miramos extrañadas: se nos hace demasiado raro, nadie llama al teléfono de la casa. Nadie.

-me la debes- apunto a Sadie con la cuchara y ella se levanta de hombros.

Sale corriendo y sonrió al recordar a una niña pequeña de más o menos 7 años corriendo hacía el teléfono con la esperanza de que su padre le llame para desearle una feliz navidad, un feliz cumpleaños o cualquier festividad. Ahora, me es imposible creer que aquella chiquilla ya tiene veintidós años y una bebé de casi tres meses.

-era tu papá- dice cuando vuelve a la cocina.

-el tuyo. ¿Qué te dijo?

-quería confirmar una nueva cena... ¿Mamá te dijo algo?- niego- Ingrid, yo ya no quiero estar cerca de ellos. No quiero a nadie de esa casa cerca de mi hija.

-tenemos que hablar con mamá, ella va a entender.

(...)

Sábado 11 de Noviembre

Todo está completamente listo, la sala está bien arreglada y todos los invitados ya están en casa. Los regalos están alrededor de la mesa y el pastel tiene listas las velas.

En el momento en el que la puerta principal se abre, todos nos ponemos en nuestro lugares. Gritamos cuando Dean entra a la sala.

-¡feliz cumpleaños!

Dean sonríe. Es la sonrisa más hermosa que he visto jamás.

Todos nos acercamos para darle un abrazo, y yo me muero por besar sus labios.

Saludo a Amelia con un movimiento de cabeza.

Ella no es mi enemiga, ni yo la de ella, pero simplemente no somos amigas.

Dean carga a Emma y le da un beso en la mejilla. Finn le quita a la bebé inmediatamente y le limpia la mejilla. Es demasiado Celoso.

Cantamos, Dean sopla las velas y Mamá sirve una copa de vino a todos

-el cumpleañero debe dar un discurso- hablo.

Me pongo disimuladamente a un lado de Dean. Miro a Sadie, que me sonríe y levanta el pulgar.

-quiero agradecer a todos ustedes por acompañarme en mi día, por hacer de éste, un día todavía más especial y...

Amelia se pone a su lado.

Le sonríe y Dean igual. Se gira para verme a mi y asiento.

-yo quiero decirles algo que es demasiado importante para mí... Y... No sé cómo empezar- toma un poco de vino- yo... Desde hace...

-¡vamos a ser papás!- mis ojos se expanden y dejo caer mi copa.

-¡¿qué?!- Dean se gira a Amelia. Ella tiene una sonrisa enorme.

Después voltea a verme.

-te lo puedo explicar.

Niego. Me acerco a abrazarlo.

Sadie:

Llevo mis manos a mi boca.

Todo iba bien... Mi hermana estaba feliz de poder liberarse hoy con mamá y con todos.

Ingrid abraza a Dean.

-tal vez Emma se pueda casar con el bebé de Dean y esa chica... ¿Qué pasa?- pregunta Finn.

Mi hermana se abre paso entre los invitados. La sigo hasta su habitación. Cierra la puerta con seguro.

-hermana, soy yo- golpeo.

-¡no quiero hablar con nadie, Sads!

-Ingrid...

-¡voy en unos minutos! Solo necesito asimilar todo.

Confío en ella.

Bajo de nuevo las escaleras, y en el camino me encuentro con Millie.

-iba a buscarte- dice.

-aquí estoy.

Con todo esto, hasta a mi se me fue el buen humor.

-debe ser duro para ella, ¿verdad?

-¿lo sabes?

-sería una completa estúpida si no me diera cuenta de la tensión que hay entre tu hermana y Dean.

Me levanto de hombros. Yo nunca me hubiese dado cuenta si no los hubiera visto aquella noche.

Escucho pasos desesperados subir las escaleras. Dean está agitado y tiene un pedazo de pastel en sus manos.

-¿está en su habitación?- Asiento.

Comienza a correr de nuevo.

Millie comienza a subir las escaleras de nuevo y yo la detengo, jalando su blusa.

-¡¿a dónde crees tú que vas?!

-quiero saber que es lo que pasa.

-¡no vas a saber nada, vamos abajo!

-¡pero Sadie...!

-necesitan privacidad, Mills.

Millie pone cara de perro regañado, pero obedece.

-es asunto de ellos y tiene que solucionarlo ellos.

Sé que a nadie le interesa, pero tengo que decirlo: acabo de escribir el final de la tercera parte y estoy llorando.