Capítulo 45

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Sadie:

Dos días, en tan sólo dos días voy a volver a tener la vida que tenía hace más de dos años. Yo estoy contenta de volver a Canadá, y al parecer, Ingrid también, pero Dean... El pobrecillo está cada vez más triste, y lo comprendo, porque también sé lo duro que es dejar atrás algo que amas.

Preparo mis maletas y no sé cómo es que a la venida me alcanzaron las cosas perfectamente, pero ahora ya no me cabe un alma en las benditas maletas. Supongo que voy a tener que dejar algunas cosas. O puede que mi hermana tenga una maleta, o por lo menos una mochila de sobra.

Decido que en la mañana le preguntaré. Ya es muy tarde y no quiero molestarla.

Llamo a Millie y después añadimos a Finn a la llamada. El día de hoy tienen ambos una mascarilla de aguacate.

-yo también quiero. Ahora los tres vamos a llevar mascarillas, ¿si?

-ve a la cocina para hacer la mezcla.

Me pongo mis chancletas y me pongo en pie. Camino. La llamada permanece en total silencio y lo agradezco, porque pude escuchar a mi hermana hablando de una manera... Romántica. Le bajo el volumen a mi celular y me arrimo un poco más para escuchar perfecto. A ver si dice el nombre del afortunado.

-todo va a estar bien, lo prometo- al principio pensé que estaba hablando por celular, pero después sospeché que la persona estaba ahí, en físico, con ella. Si Dean se entera de que anda metiendo hombres a estas horas de la noche...-tú eres fuerte y vas a salir de esta. No estás solo. Verás que el tiempo se va a encargar de solucionar todo. Tiempo al tiempo, cariño.

Comienzo a escuchar choques de labios... Ingrid está besando a un hombre... Me llevo una mano a la boca para evitar soltar una carcajada y después se me ocurre una idea buena/estúpida.

Cuelgo la llamada y rápidamente le escribo a Millie:

Tengo que hablar de algo con Ingrid. Te llamo después para que me unas a la llamada y hagamos la mascarilla.

Pongo la cámara de mi celular. Mamá y Dean van a saber lo que hace Ingrid.

-¡Dean!- grito. Escucho como mi hermana empuja al tipo y este suelta un quejido. No recibo respuesta de Dean, así que vuelvo a intentar- ¡Dean!- grito esta vez más fuerte.

Silencio de nuevo. Vuelvo a prestar atención y escucho susurros.

-nos va a descubrir-dice el tipo.

-no va a pasar nada, tranquilizate- ninguno de los tres vuelve a pronunciar palabra, hasta que Ingrid cae en mi broma- de seguro ya se durmió, o se encerró en su cuarto a hablar con sus amigos, nosotros podemos seguir en lo nuestro.

Espero a volver a escuchar chasquidos para dar el gran paso, y estos no tardan en llegar. Salto y mi cámara graba el beso mientras yo grito:

-¡sonriéle a Mamá, Ingrid!- dejó caer mi celular al piso cuando mi hermana y el muchacho se separan.

-¡me mordíste!- ella se lleva una mano al labio inferior.

Siento que me voy a desmayar. No creo lo que estoy viendo.

-Sadie... - se me acerca mi hermana.

Mi mirada va de Dean hasta ella y viceversa.

-Sadie-vuelve a decir. La miro y veo preocupación en su rostro- si nos das la oportunidad, podemos explicártelo...

-¡estás enferma! ¡Los dos están enfermos! ¡Son primos, casi como hermanos!-exploto.

-el amor no es una enfermedad, Sadie- Después de hablar, Dean se lleva una mano a la barbilla.

-¡eso no es amor, es una aberración!

Mi hermana tiene lágrimas en los ojos y sé que yo también.

-Sadie... Tú prometiste que me ibas a apoyar en todo. Soy tu hermana, y he hecho todo lo que me es posible para verte feliz...

-no me chantajees. Todo es diferente.

Ingrid toma aire y cada vez está más cerca de mi. Cuando va a agarrar mi mano, se la arrebato. No puedo decir que siento asco de mi propia hermana, pero no me siento cómoda ahora mismo.

-apoyaste a Sophia y a Laura...

-¡no compares, Laura y Sophia son Homosexuales, no están enfermas!

-¡yo tampoco lo estoy! ¡No es enfermedad!

Las lágrimas de Ingrid ya caen por sus mejillas.

-¿Has pensado lo que van a decir los demás? ¡Te van a señalar!

-¡no me importa lo que piensen los demás, a la mierda los demás!- intenta agarrar de nuevo mi mano, y esta vez no la quito- lo único que quiero es que me apoyes. Que tú entiendas que soy feliz... Dean me hace feliz.

-¡¿cómo puedes decir eso?! ¡Él no te hace feliz! ¡No puede hacerte feliz de esta manera!

-¡me hace feliz de la misma manera en la que Finn te hace feliz a ti!.

-¡que no compares las cosas, maldita sea!

Pienso en todas las pistas que tuve, pistas de las que ni siquiera sospeché... ¡Dios mio! Dean permanece plantado, sólo ha hablado muy poco, y quiero pensar que es porque no quiere empeorar las cosas... Pero nada puede ir peor.

-voy... Yo... No quiero estar cerca de ti.

-¡estas actuando como una niña y tienes veintidós años, Sadie!

-¡aún cuando tuviera cincuenta y siete, actuaría de la misma manera!

Salgo corriendo por el pasillo, subo las las escaleras y azoto la puerta de mi habitación. Me tiro en la cama y ahogo un grito en mi almohada.

Juntos. (Fadie) #2 ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora