Capítulo 68

399 47 62
                                    

Mayo (quinto mes)

Finn:

Sadie y yo íbamos a una consulta normal, como a las que habíamos estado yendo todos los meses. Las cosas cambiaron cuando la ginecóloga hizo la gran pregunta: "¿Quieren saber el sexo?". Miré a Sadie y ella me devolvió la mirada.

-¿puede escribirlo en un papel y entregármelo? Es que quiero hacer una revelación de sexo.

No sé qué es eso y no tenía ni idea de qué Sadie tenía planeado hacer algo así. La doctora asiente y sonríe.

Realiza la ecografia de manera común y corriente, pero mi corazón se acelera al escuchar un "tum, tum" salir del aparato ese. Miro a Sadie, que tiene los ojos llenos de lágrimas. Agarro una de sus manos y ella gira la cabeza para mirarme.

-mi amor, es el corazoncito de nuestro bebé- asiento.

También tengo ganas de llorar, pero me contengo. ¿Yo crée esa pequeña cosa que no se alcanza a distinguir en la pantalla? ¿Sadie y yo dimos vida? Miro a mi bebé en la pantalla. Ya no parece una pulga, ahora más bien parece una garrapata.

La doctora sale de la sala, para ir en busca de las fotos de la ecografia.

-¿Quieren saber la fecha o también la pongo en el papel?- pregunta.

-esa si la quiero saber- habla mi novia.

-16 de septiembre. Yo calculo esa fecha, pero no digo que sea LA fecha. El bebé puede venir antes si quiere. Ahora... Los problemas vendrían si viene después... Si pasa de las 39 semanas, tendremos que realizar una cesárea.

Sadie asiente, y mientras mi novia va al baño a cambiarse, saco mi celular para apuntar la fecha en la que todo va a cambiar aún más.

Vamos a casa de Laura, Sadie le entrega el papel y le dice todo lo que quiere que le hagan. No es algo grande, es mas bien una reunión para las dos familias y nuestros amigos.

(...)

Una semana después, Laura tiene todo listo. Millie se había enojado con Sadie por no confiar en ella para algo tan importante, pero al final, Mills termina aceptando que Sadie tenía toda la razón. Millie se conocía y sabía que ella era muy imprudente.

Como todo se iba a desarrollar en casa De Sadie, yo había traído a mi novia a mi casa, así ninguno podia ver nada. A los cinco minutos de recibir la llamada de Laura, Sadie y yo ya nos disponíamos a salir de mi casa.

-¿qué quieres que sea?- pregunta Sadie mientras se acomoda el cinturón de seguridad.

-la verdad es que no me importa. Lo voy a amar sea lo que sea- pongo una mano en su vientre, que ahora se nota un poco más, pero solo un poco-con que se parezca a ti, he ganado todo- beso la mejilla de Sadie y puedo ver como se pone roja instantáneamente- solo quiero que sepas que voy a pasar demasiado tiempo con él o ella, y que cuando crezca, vamos a jugar fútbol, y que le voy a enseñar a pelear y a dar golpes.

-¿y si es una niña?- pregunta.

-pues... - arranco el auto- cuando crezca, le voy a enseñar a jugar fútbol, y le voy a enseñar a pelear y a dar golpes. Las niñas pueden hacer todo lo que los niños hacen y hasta mejor.

Sadie sonríe y acaricia su vientre. Me encanta cuando, sin darse cuenta, lo hace. El acariciar su barriga ya se convirtió en un hábito para ella.

Cuando llegamos a su casa, todos nos están esperando. Su madre la abraza como si hace más de dos años que no se veían. Mamá me abraza y después acaricia a Sadie.

Laura nos guía hasta una mesa que pusieron en el centro de la sala. En la mesita hay unos pastelillos. Nos explica para qué son.

-todos tiene el mismo color- habla mi prima- si es azul, es un niño. Si es rosa, es una niña.

-¡yo los hice!- grita Millie.

Sadie estaba apunto de llevarse una a la boca, pero me lo entrega a mi.

-te doy el honor a ti, mi amor.

Millie me mira con entusiasmo, y aunque sé que no van a saber bien, porque su fuerte no es la cocina, agarro el pastelillo. Lo muerdo y me es casi imposible masticarlo.

¡Millie, los pastelillos no se hacen con sal, se hacen con azúcar!

Miro el color. Está un poquito quemado, pero el color azul es bastante distinguible.

Me giro a Sadie, que tiene los ojos llorosos y sus manos cubriendo su boca.

-es azul, Sadie, es azul. Vamos a tener un niño, Princesa. ¿Si es un niño, verdad?

Sadie niega.

-mira la parte de abajo.

Bajo la mirada y suelto el pastelillo cuando observo el color rosado.

-¡van a tener mellizos! - grita Laura.

Sadie me pega un puñetazo en el pecho y suelta un sollozo.

-¡idiota! ¡¿Tanto te costaba sacar tu maldito pene y correrte fuera de mí?!

Giro la mirada. Todos tienen una cara de mofo.

-¡y tú, pedazo de mierda!- comienza a caminar hasta Nick, y antes de que llegue, Millie la agarra de los brazos.

-¡fue una broma! Esos pastelillos no muestran el verdadero sexo. Esto si. - Noah le pasa una bolsa de regalo. Millie se la entrega a Sadie- no hay colores para saber el sexo, pero sé que vas a saber que es justo cuando lo veas.

Sadie vuelve con la bolsa a mi lado y me la tira.

La abro. Saco un peluche de una muñeca que parece un payaso.

Sadie suelta un grito y me quita la muñeca.

-¡oh, por Dios, es una Laughing Jill!

Millie y los demás asienten.

-¡Finn, es una Laughing Jill!

-ya lo sé, pero no sé lo que eso...

-¡es una niña, Estúpido!- grita Millie.

Sadie se lanza a mis brazos.

Una... Niña...

Juntos. (Fadie) #2 ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora