Capítulo 6

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Finn:

En el camino de vuelta a casa, el viaje es demasiado ameno. Ingrid y Sadie hablan sobre sus carreras y lo pesado que pueden llegar a ser a veces los trabajos. Millie habla sobre lo feo que es estar separada de su mejor amiga.

-imagínate estar separado de tu novia- miro a Sadie, que ahora es mi copiloto.

-es molesto que desde que Sadie llegó, que por cierto no fue hace más de dos horas, hayan estado haciendo como si yo no existiera- Sadie frunce los labios y comienza a jugar con sus dedos pulgares.

-Millie, no quiero que te sientas ignorada o aislada, pero tienes que entender que...

-¡Ahhhh, Sadie tu primo me está tocando!

Suerte: el semáforo estaba en rojo y todos nos giramos hacia Dean.

-¡no te estoy tocando, estoy intentando quitar mi mano de debajo de tu trasero!

-¡¿y por qué la tienes ahí?!

-¡porque no me dejaste quitarla cuando te sentaste!

Los autos detrás de nosotros comienzan a pitar, el semáforo había cambiado a Verde.

(...)

Cuando llegamos, Sophia es la primera en bajarse, todos los que iban en los asientos de atrás sueltan un suspiro.

-¡que incomodidad!

Después de Ingrid estaba Dean. No salía.

-¡¿Por qué no sales de una maldita vez y sacas tu sucia mano?!

-¡porque necesito que levantes tu trasero para sacar mi mano!

-¡yo necesito que saques tu mano para sacar mi trasero!

-¡Millie, puedes salir por la otra puerta!- Sadie da una vuelta al auto y se para en la puerta de Millie. La abre y Millie sale.

Cuando Millie se levanta, Dean por fin puede sacar su mano y la sacude.

Ya veo que Millie y Dean se van a llevar como perros y gatos, definitivamente.

Espero a Sadie en la entrada. La agarro de la mano y nos sonreímos mutuamente. ¡Maldita sea! Cuando la veo sonreír me siento feliz. Pude haber visto esa felicidad muchisimo antes.

-te amo- lo dije sin pensar, pero no es de las palabras que dices sin pensar y después te arrepientes. De verdad que no lo hago. Es más, se lo diría una y mil veces para que sepa y comprenda que es verdad, que no le miento.

Sadie sólo sonríe. Ambos entramos en la casa y su sonrisa se hace más grande al ver las decoraciones, y sobre todo al ver a su madre.

Omnisciente:

La señora Sink no pudo evitar que sus ojos se encharcasen al ver a su pequeña parada en la puerta. Sadie era la menor, su bebé. Verla tan grande y bien formada provocaba en ella una sensación maravillosa y una voz en su cabeza le decía: "lo has hecho de maravilla. No ha sido fácil hacer esto sola, pero de verdad que lo has logrado".

Cuando Sadie se acercó a ella y la abrazó, se sintió completa. Sus dos mundos estaban con ella.

Sadie corrió hacia su mamá y la abrazó tan fuerte que casi hace que se le salga todo lo desayunado.

-mami- habló la pelirroja con un hilo de voz.

-mi princesa- la señora Acarició el suave y rojo cabello de su hija.

Extendió sus dos brazos, haciéndole entender a su hija mayor que se uniera al calido abrazo.

Juntos. (Fadie) #2 ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora