4: Primer mes. Parte 3.

596 84 77
                                    

Se tomaron de las manos durante todo el trayecto al hospital. Había sido muy bochornoso entrar al área de obstetricia mientras todos los presentes les daban miradas curiosas. Había sido muy fácil hacer la cita por teléfono, pero ahora, ya encontrándose ahí, Gerard quería vomitar.

Se habían tomado un buen tiempo hablando de la situación. Gerard casi renuncia a su empleo y Frank tuvo que pedirse unos días libres para calmar la crisis de su esposo.

Después de unos cuantos litros de helado, pollo frito y un par de pizzas, ambos decidieron que podrían ver todas las opciones antes de decidir realmente lo que querían hacer.

Habían investigado por una clínica cuya especialidad fuera también dirigida a hombres, y tratándose de Japón, Tokyo realmente tenía muchas opciones. Así que, apuntando de forma mental sus dudas, tragaron duro y se encaminaron valientes cuando fue el momento de pasar.

El cuarto era frío, mucho, Gerard tembló acercándose más al tatuado que solo apretaba los labios alzando el mentón de forma valiente.

El hombre que tenían en frente, de un nombre extraño llamado Lee ik-jun, coreano según sus conocimientos, les saludó de forma amigable.

Ambos miraron con curiosidad los carteles colgados, uno donde se veía los meses de embarazo en las mujeres y hombres, otro de la conformación del útero.

- Entiendo que, apenas estamos en el primer mes de gestación- dijo entonces. Ambos asintieron sin dejar de abrazarse-. Ya veo. Si están aquí, asumo que quieren oír las opciones y la información que corresponde al proceso.

- Doctor- interrumpió Gerard. Este solo asintió dándole la palabra. El castaño miró a su esposo con pena y luego vio al hombre que seguía observándole con atención-. Bueno, estaba leyendo en internet, y leí que así como los bebés salen de la vagina de la mujer, bueno... Yo no tengo vagina, ¿mi bebé saldría por mi recto?-. La expresión del hombre fue cambiando de forma, parpadeando muchas veces, con una leve sonrisa que amenazaba surcar sus labios. Gerard le miró con horror ante la ausencia de sus palabras-. Doctor, leí también que les cortan un poco de abajo para que el bebé pueda salir más fácilmente, yo no quiero que me corten mi recto, Doctor-. Se apresuró a decir, con el tatuado a su lado que solo asintió con firmeza. El hombre tuvo que sonreír lo más calmadamente posible, carraspeando un par de veces antes de hablar.

-Señor Way, quiero que sepa que no tiene nada de que preocuparse... En todo caso, por obvia razón debido a su anatomía, el bebé nacerá por cesárea- ambos chicos suspiraron con alivio al oírlo, asintiendo a él, con unas sonrisas en su rostro-. ¿Alguna otra duda que tenga?-. Iba a negar pero enseguida Frank habló.

- Bueno mi esposo y yo queríamos saber si puede decirnos que será. Ya sabe, para empezar a comprar sus cosas y eso- Gerard le vio con ternura a punto de llorar, hormonas piensa él, asintiendo desmesurado. El doctor Lee empezaba a sentir calor ante lo colorado que estaba quedando, sonriendo de nuevo.

-Ah, señor Iero, lamentablemente eso no será posible, aún. Le toma un tiempo al feto desarrollarse y así formarse hasta ser por completo un bebé. Usualmente, el sexo del bebé puede saberse a los cuatro o cinco meses, dependiendo de qué tan pronto deje verse- Respondió con amabilidad. Ambos chicos asintieron, el doctor iba a dar por terminado las preguntas cuando de nuevo el castaño interrumpió.

- ¿Entonces tampoco podemos saber a quién va a parecerse?- Empezaba a sudar frío riendo ligeramente antes de ponerse de pie mirando a ambos hombres con nerviosismo.

- ¿Por qué no mejor pasamos a verlo?- ambos chicos asintieron poniéndose de pie, caminando hasta detrás de una cortina, sección donde el transductor estaba, para realizar una ecografía.

El doctor Lee le indicó a Gerard como es que debía ponerse, le colocó el gel, haciendo cosquillas en su piel ante lo frio de este, tomando la mano de Frank con fuerza mientras miraban la pantalla-: esa pequeña mancha de ahí, del tamaño de un frijol, es su bebé -. Ambos temblaron ante el pequeño destello de la felicidad brotando en sus corazones, nerviosos, inexpertos, pero llenos de amor.

Se amaban tanto que no dudaron en ese momento. Iban a tener un bebé.

-Que bonito frijol- Dice el esmeralda secando sus lágrimas. El tatuado asiente besando su mejilla sin dejar de sonreír.

-Poco a poco irá creciendo, y podrá distinguirse cada vez más. Podremos saber el sexo a los cuatro o cinco meses, y aunque no podremos saber a quien se parecerá, sabremos si está sano y seremos presentes de su evolución- ambos asintieron sin dejar de mirar la pantalla, con pequeñas risas cómplices-. Tienes exactamente cuatro semanas, Gerard. Felicidades.

*
Hello, there.
🤭
Lunes de cap. Espero que les haya gustado. Voten y comenten sus opiniones, sends love.
Pao. 🌻

Embarazado -Frerard-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora