La lluvía les había alcanzado cuando ambos estaban de camino a casa esa tarde de un viernes de invierno, en febrero.
Gerard había gruñido haciendo un berrinche cuando toda su ropa se había mojado a causa de que Frank no había llevado un paraguas al paradero de autobuses.
-No sabía que llovería, cariño- le dijo con una sonrisa burlona, luchando con todas sus fuerzas por no soltar la carcajada. El mayor solo le había visto con indignación mientras se apresuraban a tropezones hasta llegar al edificio donde vivían.
El elevador se encontraba averiado, y Gerard de nuevo maldijo con furia por el hecho de tener que subir todas esas escaleras para poder llegar a su departamento, ubicado en el penúltimo piso.
Frank había sido el primero en llegar a la puerta, abriéndola con presura y adentrándose enseguida, quitándose los zapatos encharcados en la entrada, así como la chaqueta de mezclilla empapada, con las gotas cayendo por su pelo y su rostro, escuchando el quejido de Gerard al entrar de último al lugar.
Este cerró los ojos y gruñó con furia mientras soltaba el bolso a su lado y lo dejaba de lado mientras repetía el mismo proceso que el castaño. Suspiró cansino al verle, surcando de sus labios una pequeña sonrisa traviesa.
A pasos rápidos, tomo las dos toallas que se encontraban en el tendedero, cerca de donde estaban, colocándose una en el cuello y yendo hasta la entrada de nuevo, mirando aquellos ojos verdes que adornaban su pálido rostro, fruncir un puchero.
-Ya, cariño. Si sigues haciendo berrinches, te saldrás más arrugas- Gerard alzó la vista ofendido y asustado, soltando un leve chillido mientras negaba. Frank rió chiquito-. Vamos, quítate esa ropa para que puedas secarte. No quiero que te me enfermes-. El mayor soltó un suspiro empezando a bajarse los pantalones y quitándose la camisa gris desgastada que tenía, quedando solo en ropa interior. Frank le vió de arriba abajo varias veces, observando las mejillas rosadas del de ojos verdes regresarle la mirada.
-¿Te vas a quedar ahí parado todo el día?- Gruñó. El avellana sonrió tirando la toalla que aterrizó en su pecho, envolviéndose enseguida.
Se empezó a secar de forma desinteresada mientras miraba como el castaño repetía su acción de empezar a desvestirse, con excepción de que Frank, si quedó totalmente desnudo. Gerard le miró con una ceja alzada a punto de chillar, recibiendo un gesto burlón del contrario que le hizo apretar los labios mientras las cosquillas entre su pierna se hacían presentes.
-¿Algún problema?
-Lo estás haciendo a propósito-Gruñó. Aún era difícil para él aceptar que Frank era su esposo.
Después de todo, fueron muchos años de amor no correspondido, muchos problemas y obstáculos que atravesar. Muchas metas que cumplir y muchos sueños hechos realidad, para que al final el tatuado terminara loco por él, llevándoselo a Japón (una oferta muy loca de trabajo que se le presentó) cuando tuvo la oportunidad, y casándose con él, atándole con un anillo al dedo, apenas y consiguió un buen lugar donde aceptaran que dos hombres contralleran matrimonio.
-Tal vez-Sonrió con descaro el tatuado, haciendo al mayor sonrojarse con fuerza mientras trataba de taparse lo que ya era más evidente entre sus piernas.
Para cuándo quiso huir de la situación, Frank ya le había acorralado de forma desesperante a un costado de la entrada donde el perchero se hallaba, había chocado con una infinidad de cosas a su paso, sin siquiera dejar de envolver sus labios con los suyos. Casi tiraba el toca discos de Gerard, y el jarrón decorativo del pasillo rodó por toda la mesa de sala hasta casi caer, siendo detenida por el esmeralda que enseguida gruñó viéndole con molestia.
Frank, como siempre, ignoró su mirada pesada y siguió en su lucha devorando sus labios, llevándolo hasta la habitación que ambos compartían como matrimonio, despojándole de la última prenda que traía y abrazándose a él, sintiendo la calidez de su cuerpo, la suavidad y tersa piel. Las erecciones de ambos se frotaron hasta caer uno encima al otro, sin poder resistirse a risitas tontas mientras se seguían frotando con más intensidad, hasta que al fin el castaño le tomó de las piernas alzando estas de cada lado, y colocándose en dirección a su pequeña y rosada entrada, que sintió un tirón sensible soltando un pequeño gemido cuando el glande húmedo del avellana le tocó.
-Frank...-Gimió-. el condón.
El castaño asintió besándole fogoso mientras su mano palpa de lado a la mesita de noche que tenían, abriendo el primer cajón donde más tarde que nunca, en alguna parte de sus rincones, encontró la pequeña envoltura dorada del condón de reserva. Este rió nervioso al colocarlo con prisa.
-El último-susurró bajito sin mirar como siquiera había dejado la capucha de su arma.
Y Gerard, bueno, Gerard se dejó hacer sintiendo el placer que su Frank le daba, besándolo desesperado, gimiendo entre sus labios, riendo ante la locura de lo bien que aquello se sentía.
Era tan fácil dejarse llevar cuando era Frank que le invitaba a bailar con él, sosteniendo su cuerpo en todo momento, levantando este a horcajadas y haciéndole saltar. Gimió y gimió y se corrió dos veces.
Frank le apretó los glúteos con fuerza hasta enterrar su cara en el cuello del mayor, gruñendo cuando la liberación llegó a él, temblando como un pequeño niño, y soltando el aire para respirar agitado mientras Gerard acariciaba su pelo de forma suave recuperando el son de sus aires.
Para cuándo al fin pudo salir de él, una sonrisa acaparaba su rostro, sacándose el condón del flácido pene, mirando de reojo que todo hubiera salido de forma correcta, mirando a Gerard con el mismo gesto, abriendo los ojos de forma abrupta mientras saltaba en su sitio y cae de sentado, observando de nuevo lo que estaba en sus manos.
-¿Frank?-preguntó el mayor alarmado. El tatuado balbuceó algo inaudible, mirando de nuevo su rostro, pálido como el papel, temblando mientras su mano alzaba lo que parecía ser, el condón usado, con una gran abertura en uno de sus costados.
-Creo que tendremos que hacerte una prueba.
*
Hola, hola.
He vuelto, con otra historia que espero les guste. Se trata de algo que pretendo que sea corto y cómico. Los siguientes capítulos tratarán de ser de menos de 1000 palabras.
Será Frank Tops/Gee Bottoms.
Si les gusta, apoyenme con un voto.
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer. ♥️
Pao. 🌻
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Embarazado -Frerard-
FanficGerard y Frank (inexpertos recién casados) van a tener un bebé.