Tener que explicar con paciencia ante recursos humanos su estado actual, le había causado un severo tic en el ojo. La chica encargada del área le cuestionó ciertas dudas del tema, del cual, era más que obvio (recordando su primera visita al obstetra) que no era un experto.
— ¿Saldrá por tu...—la chica se tapó la boca con ambas manos acercándose con pena a él—. Recto?—. Gerard la comprendió enseguida parpadeando lentamente, soltando un suspiro desparramado.
—Por suerte no. Al parecer eso solo ocurre en mujeres— ella, de nombre Iki Hiyumi, soltó una expresión de espanto alarmando al castaño quien enseguida negó—. Oh, no, espera, hablo de que, en las mujeres puede ser parto por cesárea o natural que es cuando salen de la vagina. Por fortuna solo nuestras heces salen del trasero—. Suspiró aliviado. La chica tragó duro soltando al aire también.
La verdad era que apenas y habían cruzado palabras, y eso es por que, Hiyumi era muy conservadora según Gerard. Era algo que le sucedía muy a menudo; había sido una gran coincidencia que Gerard estudiara lenguas, sabía cinco idiomas: japonés, chino, coreano, alemán y español. Era amante del estudio de estas, y estaba a punto de aprender italiano hasta que Frank le sorprendió con la noticia de que había conseguido una gran oportunidad laboral en Tokyo. Frank no sabía nada de japonés, así que Gerard tuvo que enseñarle rápido, un mes para ser exactos. Fue un total dolor de cabeza, sobre todo por que el castaño lo único que tenía de inteligente, era el oído perfecto que se cargaba al momento de tocar la guitarra. En fin, consiguió empleo rápidamente enseñando inglés y al mismo tiempo, ponía en práctica su japonés. A veces, le ofrecían enseñar chino en algunos veranos y eso era aún mejor, amaba a los niños y amaba enseñar. Por eso la noticia de ser padre, ahora le sabía a una rebanada de pastel de chocolate, con betún de chocolate, chispas de chocolate, y tal vez unas fresas de decoración... De solo imaginarlo, le dió hambre, decidiendo que mandaría a su esposo a comprar una rebanada, o tal vez dos, cuando saliera del trabajo.
—Me alegro mucho por ti, Gerard— ella asintió. El castaño sonrió de forma genuina—. Mi esposo y yo hemos platicado también acerca de tener hijos, pero aún no hemos tomado esa decisión. Mi hermana tuvo gemelos el año pasado y fue muy difícil para ella reponerse del post parto—. Se acercó a él como si le fuera a contar un secreto, susurrando—. Su esposo la engañó cuando estaba embarazada y la dejó a penas dió a luz. Aún me eriza recordarlo—. Dió un respingo negando mientras volvía a enderezarse dejando una cara perpleja en el castaño, que olvidó por completo su antojo pensando en lo que le había contado.
Después de haber notificado a la escuela, partió a casa caminando de forma lenta hasta el paradero de autobús. No quería tomar el subterráneo por que a esa hora seguro estaba llenísimo y Frank le había prohibido tomarlo en su condición. Decía que aplastarían a su bebé y saldría volando por medio de un gas, o algo así. Se hubiera reído en aquel momento, si no fuera por que su mente seguía viajando en lo que Hiyumi le había dicho una hora atrás.
¿Y si Frank dejaba de sentir interés en él una vez la panza le creciera?, No era sopresa que todo él crecería, y como bien sabe, cuando conoció a Frank, este siquiera le volteaba a ver, haciendo sus cálculos, unos... Quince kilos atrás.
Se erizó de solo pensarlo, sintiendo su pierna vibrar, sacando su celular del bolsillo de sus jeans, con el nombre del tatuado en la pantalla.
— Hola.
— Hola, cariño. ¿Ya vas a casa?
— Am, si. Yo, hablé con recursos humanos hoy...
— Oh, estupendo. Yo igual les conté a mis compañeros de la buena nueva, vamos a celebrar en la noche, después del trabajo— sintió una extraña sensación en el pecho mirando por las ventanas, el sol seguía brillante, apuntando que no pasaban de las tres. Frank salía a las seis del trabajo, y si se iba a tomar con sus compañeros, posiblemente terminaría llegando a las diez. Suspiró pesado—. ¿Gee?
— ¿Puedo ir contigo?— Murmuró bajito y con pena. Generalmente, no solía intrometerse en las salidas de Frank. Los amigos del tatuado no eran su tipo de amigos, aún así sintió la pequeña necesidad de tener el control de la situación, como si su vida dependiera de ello. El tatuado tardó un rato en responder, lo cual solo hizo a su corazón hormonal latir con más fuerza.
— Claro— Para cuando colgó la llamada, un mensaje le llegó con la dirección del lugar en donde se verían. Un pequeño escalofrío le recorrió mordiendo sus labios ante la inseguridad instalada en su pecho, eso y el rugido de su estómago que resonó en todo el autobús, alzando las miradas curiosas de varios adolescentes presentes, sonrojándose de forma violenta, bajando la mirada y maldiciendo en el bendito pastel de chocolate.
*
Hello, there.
¿Cómo estamos?
¿Les está gustando?
Decidí no hacer tanta "comedia" o al menos mi definición de ella hoy, igual quiero drama por que, pues, siempre escribo drama. \:v/
Gracias por su love. ♥️
Pao. 🌻
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Embarazado -Frerard-
FanfictionGerard y Frank (inexpertos recién casados) van a tener un bebé.