Un cuarto, cuatro personas sentadas al rededor de una mesa y unas hojas encima de la misma, listas para firmar.
Im veía fijamente a su esposo el cual tenía la vista fija en las hojas que se encontraba encima de aquella mesa.
- Si, no vas a firmar lo haré yo.
El menor tomo la pluma para después agarrar las hojas, pero en el acto fue detenido por la mano del mayor.
- Jae, no hagamos esto - miro a los abogados que se encontraban en el cuarto y estos asintieron para después salir del cuarto. - Por favor escuchame, si después de escucharme decides que aún quieres divorciarte de mi... yo lo firmare sin decir nada.-
Youngjae jalo su mano para safarse del agarre de la mano de su esposo, para asi verlo directamente.
- No quiero oirte.- apretó sus labios- Yo te habia dicho que si ya no me amabas, que me lo dijeras para terminar y no tener que pasar por esta maldita situación de un engaño.-
- Yo te amo.
- Eres un maldito mentiroso.- Youngjae mordió su labio al sentir un nudo en su garganta- M-me fuiste infiel y aún asi dices que me amas, ¿A que juegas? Im Jaebum.-
- Perdón.
Con aquella palabra Youngjae sintió que todo se le iba abajo, desvió la mirada tratando de pensar en otra cosa. Jaebum apretó los labios, el sabía que había hecho mal y lo había arruinado todo. El mayor agarró las hojas al igual que la pluma y firmó.
- Sólo te toca a ti, firmar y con esto se acaba.
Jaebum le acercó los papeles al igual que la pluma. Youngjae dirigió su mirada a las hojas que contaban con la firma de su esposo, contempló aquellas hojas un par de segundos para después firmar.
El primero en salir de aquel cuarto fue Youngjae, mientras que Jaebum se quedó contemplando el asiento vacío de su ex esposo.
- Ahora estas feliz idiota, has perdido a Youngjae a tu...- recosto su rostro en la mesa- ya no tiene sentido decirlo.-
Im cerró sus ojos pensado en que momento despertaria. Despertaria de la peor pesadilla creada por el mismo.
▪▪▪▪◇▪▪▪▪
Jaebum no pidió la custodia de su hija, el sabía que eso no era necesario, obviamente el daba manutención. El sabía que su ex esposo cuidaria perfectamente a su hija, y este le había dicho que no lo iba apartar de Yeji, ya que que el tenía todo el derecho de ver crecer a su hija.
Acordaron que Im vería a su hija los fines de semana. En ese entonces Youngjae sólo dejaba a su hija en la casa de los padres de su ex esposo, para que no lo tuviera que ver.
Eventualmente, Youngjae empezó a trabajar en una de las tiendas de comida que tenía su familia como mesero y así ganarse la vida.
La casa que compartió con Im se le quedo a Youngjae, pero no la quería ya que le traía malos recuerdo; quien quiere vivir en donde tu esposo te fue infiel. La casa fue vendida, y con el dinero compro el departamento en donde vive ahora.
Choi Youngjae estaba dolido y deprimido por lo sucedido, pero no podía estancarse ahí, el tenía a Yeji a su hija y ella necesitaba de su papi Jae para que la cuidara.
▪▪▪▪◇▪▪▪▪
Yugyeom veía de reojo a su amigo, este no dejaba de pasarse la mano por su cabeza mientras veía unos papeles en su escritorio.
- Por dios, quedarás calvo si sigues haciendo eso, detente.
Im se detuvo y miro a Yugyeom con una cara de pocos amigos, para despues voltear los ojos.
- Mira, no es mi culpa que hayas perdido el caso de Kang.
- Lo se... Sólo es que estoy estresado, y tampoco creo que vea hoy a mi hija y eso me tiene fatal.
- Oh, a la pequeña Yeji no le gustará eso.
- Lo se... Ahora que tiene cuatro años se parece más a mi ex esposo.
Kim sólo asintió, recordando como este lo habia amenazado cuando empezó a salir con BamBam - Le haces algo a este menso y te parto la madre maldito gigante, que aunque me veas chiquito te puedo golpear como un luchador profesional. - un escalofrio recorrió el cuerpo de Yugyeom al recordar ese día.
- Oye, cambiado el tema, has visto a la chica nueva de la tienda de alado.
- No, ¿Por que? Te gusta - arqueo una ceja y le enseñó su teléfono - Le voy a marcar a BamBam para que te de un santo madrazo - empezó a teclear su teléfono.
-¡No! ¡No! ¡Im Jaebum! ¡No! ¡Por lo que más quieras, no!
Ante la cómica reación de Yugyeom, Jaebum se empezó a reír.
- Orale me las vas a pagar maldito perro.
- ¿Como me acabas de llamar? Kim Yugyeom.
- Te llame hermoso príncipe.
- Ah me estas coqueteando.
Yug hizo una cara de asco y empezó a simular que se vomitaba.
- No te ofendas pero prefiero a mi Bambie.
- Entonces quédate con tu Bambie y no estés como perro en celo detrás de otros... o si no te vas arrepentir- lo último lo dijo para si mismo para despues dar un suspiro.
- No estoy como perro en celo, sólo que esa chica me pidió tu número.
- Espero que no se lo hayas dado - el nombrado sonrió - ¡Se lo diste! - su amigo asintió con una sonrisa.- ¡Eres un idiota!-
-La chica me dio una bebida gratis por tu número.
- Lo que faltaba me vendiste por una maldita bebida- sonrió y empezó a negar - Ten por seguro que me voy a vengar y como se llama la chica.-
- Jennie.
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¿Segunda Oportunidad? || 2Jae ||
Random"El fracaso es la segunda oportunidad de comenzar otra vez."