CAPITULO 21 LA LLAMADA segunda parte

17 2 0
                                    

Situé el pánico en segundo plano lo mejor que pude. Había tomado la decisión. No servia para nada perder tiempo angustiándome sobre el resultado. Debía pensar con claridad, por que Sango y Miroku me estaban esperando y era esencial, aunque parecía imposible, que consiguiera escaparme de ellos.

Me sentí repentinamente agradecida de que Miroku no estuviera. Hubiera sentido la angustia de los últimos cinco minutos de haber estado en la habitación del hotel, y en tal caso, ¿ cómo iba a evitar sospechas ? contuve el miedo, la ansiedad, intentando sofocarlos. No podía permitírmelos ahora, ya que no sabía cuándo regresaría Mikooku.

Me concentré en la fuga. Confiaba en que mi conocimiento del aeropuerto supusiera una ventaja a mi favor. Era prioritario alejar a Sango como fuera ... ...

Era consciente de que me esperaba en la otra habitación, curiosa. Pero tenía que resolver otra cosa más en privado antes de que Miroku volviera.

Debía aceptar que no volvería a ver a Sesshomaru nunca más, ni siquiera una última mirada que llevarme a la habitación de los espejos. Iba a herirle y no le podía decir adiós. Dejé que las oleadas de angustia me torturaran y me inundaran un rato. Entonces, también las controlé y fui a enfrentarme con Sango.

La única expresión que podía adoptar sin meter la pata era la de una muerta, con gesto ausente. La vi alarmarse, y no quise darle ocasión de que me preguntara. Sólo tenía un guión preparado y no me sentía capaz de improvisar ahora.

- Mi madre estaba preocupada, quería venir a Tokio - mi voz sonaba sin vida -. Pero todo va bien, la he convencido de que se mantenga alejada.

- Nos aseguraremos de que esté bien, Kag, no te preocupes.

Le di la espalda para evitar que me viera el rostro.

Mis ojos se detuvieron en un folio en blanco con membrete del hotel encima del escritorio. Me acerqué a el lentamente, con un plan ya formándose en mi cabeza. También había un sobre. Buena idea.

- Sango - pregunté despacio, sin volverme, manteniendo inexpresivo el tono de voz -, si escribo una carta para mi madre, ¿ se la darás ? Quiero decir si se la puedes dejar en casa.

- Sin duda, Kag - respondió con voz cautelosa, porque veía que estaba totalmente destrozada. Tenía que controlar mejor mis emociones.

Me dirigí de nuevo al dormitorio y me arrodillé junto a la mesita de noche para apoyarme al escribir.

- Sesshomaru . . . . . . . - garabateé.

Me temblaba la mano, tanto que las letras apenas eran legibles.

Te quiero. Lo siento muchísimo. Tiene a mi madre en su poder y he de

intentarlo a pesar de saber que no funcionará. Lo siento mucho, muchísimo.

No te enfades con Sango y Miroku, si consigo escaparme de ellos será un

milagro, dales las gracias de mi parte en especial a Sango por favor.

Y te lo suplico por favor no le sigas, creo que eso es precisamente lo que

quiere. No podría soportar que alguien saliera herido por mi culpa, especialmente

tú, por favor es lo único que te pido. Hazlo por mí.

Te quiero, perdóname.

Kag

Doblé la carta con cuidado y sellé el sobre. Ojalá que lo encontrara. Sólo podía esperar que lo entendiera y me hiciera caso, aunque fuera sólo esta vez.

Y también sellé cuidadosamente mi corazón.

EL AMOR BAJO LAS SOMBRAS DEL SENGOKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora