La situación era así. Habían pasado dos semanas y Jungkook no me había vuelto a hablar. ¡Ni un mensaje!¿Cómo podía actuar frente a esto? ¿Tengo que hacer como si no pasaran miles y miles de inseguridades por mi cabeza? Imposible.
Él seguía activo en sus redes sociales y, sin embargo, ni un maldito mensaje llegaba a mi chat.
Nada.
Nada de lo que es nada.
N.A.D.A.
Okay. Debo parar.
No sé si había hecho algo mal ese día por la llamada, o todas esas veces que habíamos hablado seguidamente, pero mi cabeza ya no lo soportaba.
¿Se había aburrido de mí? ¿Eso era? ¿Tan aburrida soy?
¿Por qué todos se alejan de mí? ¿Será que el problema no son las personas, sino... yo?
No soy la mejor persona del mundo, y tampoco me interesa hacer muchos amigos. Pero... siempre traté de ser lo más simpática que pude con Jungkook. Nunca antes me había esforzado tanto por caerle bien a alguien, hasta que llegó él.
Para el resto de las personas, que le den una patada en el culo.
Menos a Whee-in. A ella la amo.
Bien. Debo controlarme. No debo ser una arrastrada. Si él no quiere hablarme, lo entiendo...
¡NO, NO LO ENTIENDO!
Debo centrarme y no empezar a sacar a mi patética de doce años. Por favor. ¡No quiero volver a preocuparme por un maldito mensaje! Bastante tuve con Tae Hyung y mi dolorosa ansiedad...
No. No lo hagas.
Ya lo estoy haciendo.
No, no lo...
Tarde.
Prendí mi computadora y me quedé viendo el inicio de Google por unos minutos. No quería hacer esto. No quería volverme tan patética como para buscarlo en... Omegle.
¿Y si está ahí? ¿Qué le diría? ¿"Oh, casualidad del destino, amor de mi vida"?
No me había dado cuenta de lo dependiente que me había vuelto a sus mensajes, hasta este momento. Antes, cuando no recibía mensajes de Tae Hyung me desanimaba, pero ahora lo siento totalmente diferente.
Algo así como si me estuvieran atravesando diez cuchillos en el pecho. Me sentía triste, con ganas de llorar todas las malditas noches y sin ganas de levantarme por las mañanas. Ni si quiera tomaba en serio mis clases, aunque miraba a la maestra e intentaba concentrarme, nada mas pasaba un nombre por mis pensamientos...
Jungkook...
Jungkook...
Sólo Jungkook.
Lo comenzaba a odiar. Comenzaba a odiar el control que sin querer empezaba a tener en mí. ¡Ni si quiera de Tae había dependido tanto como de Jungkook, y a Jungkook lo llevaba conociendo poco menos de dos meses!
Esto es brujería. Lo sé.
Como sea. Escribí Omegle en el teclado, y entré a la página. Desde que había conocido al susodicho, nunca más me había vuelto a meter a esa página de penes.
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Omegle | JJK [+16][✔] ©
FanficEnamorarse a través de Internet no es la mejor de las opciones, ¿pero qué tan mala podía ser la experiencia de amar lo imposible? Porque sí, me había enamorado de Jeon Jungkook por medio de Omegle, la famosa página exhibista de penes. Después de to...