ALYSSA MILLER
Día diez de nuestra llegada a la Tierra, de nuestra partida de nuestros hogares, del comienzo de nuestra misión.
Resumidamente, en estos días lo que hicimos fue terminar con el enorme lago; supervisar los árboles del incendio, ver de a poco que estén curándose y plantamos más árboles.
En relación con Nikolas nos seguimos viendo, quedamos algunas veces luego del día del café. Ya nos empezamos a sentir más cómodos y menos tensos entre los dos, no es que nos hayamos vuelto amigos pero nos llevamos bien.
Hoy a la noche hay una cena con algunos de los nuestros. Hay un restaurante que tiene como dueño a un señor cuyo poder, agua, se quedó sin energía, un gatiano. Iba a cerrar el lugar para poder tener un reencuentro con algunos grupos de alrededor, que hayan sido enviados cerca.
No falta mucho para irnos. El lugar queda fuera del pueblo por lo que tenemos que partir antes para llegar a horario exacto.
Me encuentro maquillándome en el espejo de cuerpo, mientras estoy sentada en el suelo con todos los productos a mi alcance. Había pasado media hora de que me había ido a bañar y todavía seguía con la bata, aunque ya tenía puesta la ropa interior.
Aurora había salido de bañarse y ahora se estaba disponiendo a secarse el cabello y plancharselo, cosa que tardó apenas unos minutos en terminar.
Cambiamos posiciones ni bien termina. Se va al espejo donde hace unos segundos me encontraba maquillándome para hacerlo ella ahora y yo me voy al espejo del baño para prestarle atención a mi cabello.
Me peino y voy haciendo ondas por cada mechón. Cuando termino el último, me los acomodo para mirarme el espejo y darme cuenta que estaba listo. Salgo del baño y me dirijo hacia nuestras camas.
En cada una está lo que nos vamos a poner. El mío es un vestido largo y rojo, con escote en "V", apretado en la parte de arriba y suelto de la cintura para abajo.
Aurora se va a poner un pantalón ancho de un amarillo pastel, con un top del mismo color con los bordes blancos.
—¿Me harías una trenza cocida a un lado?—me pregunta mirándome a través del espejo.
Asiento y traigo lo necesario para después sentar a un costado de ella. Peino su cabello rubio y tomo tres mechones de pelo chiquitos que se encuentran cerca de su sien y arriba de su oreja. Voy trenzando poco a poco hasta que termino, dejándola con su costado derecho de la cabeza con un trenza cocida y todo su demás cabello cayendo como cascada.
—Me encanto—dice dándome una sonrisa.
Nos a ponemos a vestirnos, cuando terminamos, miramos la hora para saber que vamos bien con el tiempo. Salimos yendo hasta el cuarto de los chicos. Tocamos y esperamos hasta recibir un grito de que pasemos. Al hacerlo puedo ver cómo están vestidos.
Sebastian con una traje completamente celeste, mientras que Kol va con una camisa blanca arremangada hasta los hombros y un pantalón verde oscuro.
Cada uno representando el color de su elemento, como nosotras.
Pasamos y el chiflido de parte de Sebastian no tarda en llegar. Me encamino hacia él y me paro en frente para acomodarle el cuello de la camisa.
—Estas divina, preciosa—me dice mientras me agarra de la cintura.
Termino de acomodarle y paso mi mirada de su camisa a sus ojos celestes.
—Ya lo sé.
Me da un beso en la frente y voltea a ver a Aurora.
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Fuego [Gaianos 1]
FantasyElla es fuego, literalmente es fuego. Él es solo un simple humano. Ella tiene una misión que la lleva al planeta Tierra. Ahí lo conoce a él. Luego de terminar su misión va a tener que volver a su planeta, pero ella no quiere. Su enamoramiento por...