Capitulo 33

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ALYSSA MILLER

Los padres de Kol vienen a verme. Me sonríen con dulzura como siempre, pero hay algo más... un sentimiento de lástima.

Agacho la mirada avergonzada. Si supieran las veces que herí a su hijo... ellos no estarían sonriéndome. Y la lastima se transformaría en enojo y desagrado hacia mí.

—Dorothea nos informó que tu poder se activaba de la nada, ¿no es así?—asiento ante lo que dice Grace— Vamos a hacerte unos chequeos, ¿sí?—vuelvo a asentir.

Los dos son sanadores. Vendrían a ser los médicos de Gaia.

—Alyssa—suspira Jesper y levanto un poco la mirada—, sé que lo que te voy a preguntar es algo realmente estupido, pero, ¿cómo te encontras?

Llena de vergüenza, con ganas de llorar, con ganas de despertarme en cualquier momento y darme cuenta que todo esto es una pesadilla, quiero mirar por mi ventana y no ver algunos gaianos señalar mi casa como si dentro viviera un ser extraño, quiero normalidad, quiero que todo esto acaba de una vez y no sufrir más.

—Estoy bien—murmuro—. Al menos como puedo—me encojo de hombros.

Se miran entre sí, pero no dicen más nada.

Comienzan a hacerme aquellos chequeos que me dijeron.

—Está todo bien, Alyssa—comienza Jesper—. Por como me dijiste que era lo que sucedía, tal vez te encontrabas en situaciones donde tu cuerpo estaba demasiado caliente. Pero no hay nada de que preocuparse.

Me detengo a pensar en las situaciones y puede ser que si me haya encontrado con mi cuerpo caliente.

—También dijiste algo de que tuviste fiebre—asiento con la cabeza—. Eso les pasa a los fuegos, muy pocas veces, pero sucede, así que tampoco es algo por el que te debas preocupar. Solo te estabas enfermando.

Por suerte Dorothea no había insistido mucho con que vuelva en su momento. Habría desperdiciado tiempo con Nikolas por nada.

Grace se acerca a mí y toma mi cara para que la vea.

—Todo va a estar bien.

Quiero decirle que no pero oprimo las palabras en mi boca.

—¿Los decepcione a ustedes también?

—No, linda. Vos no tuviste la culpa de que toda tu vida te hayan apartado y señalado como un monstruo. Vos no tenes la culpa de que jamás te hayan enseñado a controlarte. Sabemos que las autoridades son los problemáticos; naturalizaron por año este tipo de críticas y por culpa de esas acciones las personas siempre salen heridas de muchas formas.

—Pero yo tendría que haberme controlado, buscar la forma, no lo sé, pero...

Jesper se acerca y acaricia mi mejilla.

—Tu mamá nos contó lo que le dijiste que te sucedió en ese momento. Viviste cosas feas que no deberían de vivir nadie. Recordaste esas situaciones y tus sentimientos se descontrolaron, es lógico lo que te sucedió.

Suspiro, cansada de todo.

Salen de mi habitación, después de que se despidieran de mí, y comienzan a hablar con mis padres.

Me quedo mirando el techo y cierro los ojos al sentir un dolor fuerte de cabeza. Me levanto y voy a mi escritorio en busca de algo para tomarme. Abro uno de los cajones y siento que mi mundo se paraliza al ver el celular.

Algo que al menos me puede hacer recordar a la Tierra.

Lo tomo sin siquiera pensarlo y veo que está apagado.

—Que tenga batería—ruego al aire en un susurro.

Dejo apretado el botón lateral y sonrío cuando aparece el logo de la marca del dispositivo.

No tengo modo de hacer alguna llamada o algo al estar en Gaia, pero se me ocurre de todas formas revisar los mensajes. Mi corazon se detiene al ver que tengo un mensaje de voz sin escuchar de Nikolas.

Lo miro por varios segundos, tal vez minutos, decidiendo que hacer. Tardo... pero lo termino reproduciendo.

Solo espero que escuches en algún momento estocierro los ojos al oírlo otra vez—. Están a punto de llevarte, me informó Sebastian—suspira—. Me encantaría poder despedirme, aunque no quiera, personalmente y no por mensaje. Me encantaría poder irme con vos o que te quedes conmigo.

»No quiero que te culpes por como sucedieron las cosas, yo no lo hago y tampoco lo hare nunca. No me arrepiento de haberte conocido, rojita. Fuiste una de las tantas cosas lindas que se atravesaron en mi camino y mejoraron mi vida. Te quiero, y seguramente te querre por mucho tiempo, jamás te olvides de eso. Y... tampoco te olvides de mí, ¿sí?, yo sé que nunca me olvidare de vos—su voz se rompe y se toma su tiempo para poder volver a hablar—. Vas a estar bien, en este tiempo que te conocí descubrí que sos una persona muy fuerte, y no dudo que vas a seguir manteniéndote de pie pase lo que pase ahora en tu planeta, tengo fe en vos—hace otra pausa—. Joder... no puedo creer que esto nos este pasando—rie y creo que se corto el audio porque el silencio que deja es enorme, pero no—. Te voy a extrañar. Ojala en otra vida... en otro momento, en cualquier cosa, nos podamos reencontrar.

»Te quiero mucho, Alyssa Miller. Gracias por haberme chocado fuera de la cafetería y por haberme ayudado a salir del bosque aquella vez... Adios, rojita.

Caigo de rodillas al suelo y llevo mi mano a la boca para ahogar mis sollozos. El haberlo escuchado, cada palabra que dijo..., todo rompió mi corazón en miles de pedazos.

—¿Por qué duele tanto?—murmuro sola, acariciandome el pecho como si con esa accion detendria el dolor.

Como si una parte mía quisiera hacerse peor, voy a la galería y comienzo a recorrer las fotos. Veo una por una de nosotros dos juntos. O al menos eso intento porque las miles de lagrimas que sigo derramando me hacen ver todo borroso.

De repente una idea pasa por mi cabeza.

Me limpio el rostro con lentitud mientras mi mente sigue pensando en lo que se me acaba de ocurrir.

Me levanto y abro la puerta de mi habitación, despacio para tratar de no hacer ruido. Veo a los Parker todavía en mi casa hablando con mis papás. Así que aprovecho y me cambio. Al terminar guardo mi celular en uno de los bolsillos y abro la ventana. Observo de un lado a otro para ver que no haya gente para así poder escaparme.

No debería hacer lo que voy a hacer. Esto va a meterme en más problemas. Pero no puedo salir de la que estoy metida, así que no me queda otra que seguir adelante con mi idea.

 Pero no puedo salir de la que estoy metida, así que no me queda otra que seguir adelante con mi idea

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Fuego [Gaianos 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora