Capitulo 12

12 1 0
                                    

NIKOLAS THOMPSON

Estoy en el parque, sentado en una banca. Con Alyssa habíamos acordado este lugar de encuentro ayer por la noche.

A lo lejos puedo ver un grupo de personas y no tengo que mirar dos veces para saber que son ellos. Cuando noto que se acercan, me acerco también para acortar el camino entre ellos y yo.

—¿Hace mucho nos estás esperando?—Alyssa me pregunta cuando se detiene a saludarme con un beso en la mejilla.

—No, no tanto.

Me da una sonrisa y se separa de mí, dando dos pasos para atrás.

—Él es Sebastian—me dice señalándome a un rubio de ojos celestes—. Los demás ya te los presente.

Levanta la mano y me saluda.

—Nikolas—me presento.

—Bueno—dice la amiga de Aly—, ¿empezamos?

Caminamos hasta la banca donde yo tengo mis cosas. Rojita y yo nos quedamos atrás, caminando más lento.

—Me agrada que te intereses por el medioambiente—suelta.

—A mí también, me gusta que tengamos eso en común—le doy una sonrisa.

Nos terminamos de acercar a los demás y ellos sacan cosas que trajeron.

—Ok, vamos a hacer así—empieza a hablar Dorothea, creo que se llamaba—: Kol, vos no podes hacer mucho pero...

—Lo sé—dice este mientras asiente.

Bajo mi mirada a sus manos, que hasta este momento no había visto, y puedo notar como tiene todo vendado. Realmente debe ser incómodo llevarlas así y no poder hacer nada.

—Nikolas—me mira—, ¿plantas algunas flores?

—Claro—asiento.

—Yo podría hacerlo con él.

Todos miramos a Alyssa y no puedo evitar formar una sonrisa en mi rostro cuando se pone nerviosa ante toda la atención.

—¿Tiene algo de malo...?

Niego con la cabeza cuando me mira.

—Para nada—dice Dorothea—, acá tienen algunas plantas y semillas.

Me acerco hasta el lugar donde nos señaló para agarrar las cosas.

—¿Por qué me miraron todos cuando dije de trabajar con vos?—escucho su voz cuando llega a mi lado a hacer lo mismo que yo.

—Sonó a que lo querías a hacer para estar a mi lado.

—¿Tan así?—me mira con una ceja levantada.

—¿Qué? ¿No te ofreciste a estar conmigo para eso, para estar a mi lado?

Se encoge de hombros y agarra dos palas con guantes.

—Lo hice para que no te quedes con alguno de ellos y no te sientas incómodo de algún modo.

—Men-ti-ro-sa.

Me mira y abre la boca indignada.

—¿Por donde podemos empezar?—le pregunto a Dorothea.

Escucho la risa de Alyssa cuando ve que lo hago a propósito, para dejarla sin poder decir nada más.

Vamos hasta los lugares que nos dijeron. Me agacho y me arremango las mangas de mi buzo, me pongo los guantes y la pelirroja hace lo mismo que yo.

—¿Y como te fue ayer? ¿Aprobaste?—me pregunta después de un rato en silencio.

Fuego [Gaianos 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora