Capitulo 6

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ALYSSA MILLER

Gastón nos había ido a buscar para ir a ese bosque. Desde muy lejos se podía ver la nube gris que estaba arriba de los árboles. Al acercarnos, el fuego ya se podía ver mejor.

Las copas de los árboles estaban en llamas. Algunos estaban tirados, otros comenzaban a caer. Es horrible y terrorífica la escena.

—Llegaron los bomberos pero no están pudiendo hacer mucho—apenas escucho a Gastón porque mi atención no está en él.

Nos bajamos del auto y nos adentramos al bosque. El humo es tan intenso que todos nos cubrimos nuestras bocas y narices con la tela del cuello de nuestra ropa. El calor que hace en este lugar es impresionante, puedo sentir mi transpiración correr por toda mi piel.

Gritos son escuchados en diferentes partes y una alarma dentro de mí se enciende. Abro los ojos por el asombro.

—Sepárense y busquen a los humanos que quedaron atrapados—nos grita Dorothea—. Alyssa—dirijo mi atención a ella—, trata de parar el fuego como puedas.

Asiento dudosa mientras trago el nudo que se forma en mi garganta.

La idea de apagar todo yo sola hace que un escalofrío me recorra el cuerpo. Nunca había apagado tantas llamas y grandes... Nunca me había encontrado en una situación parecida y eso me produce un terror horrible.

¿Y si en vez de controlar el fuego, lo empeoro? ¿Y si lo empeoro tanto que las personas que están dentro del bosque salen heridas? ¿Si mis amigos salen heridos?

Trato de llevar esos pensamientos a otro lado de mi mente, llevarlo al lugar más oscuro para dejar de pensar en eso y concentrarme en ir al centro del bosque, creo que sería buena forma de apagarlo así. Corro en esa dirección y unos gemidos cargados de dolor me hacen frenar.

Giro a mi alrededor para tratar de encontrar el lugar de donde salen esos ruidos hasta que lo veo, un chico en el suelo, tosiendo por la falta de oxígeno.

Mi corazón parece haberse parado por encontrarme con tal escena. Aunque eso no impide que mis piernas reaccionen.

Corro hasta él y me acuclillo para llegar a su altura. Me saco el buzo para darselo y que tape su boca con la tela. Lo tomo del brazo para levantarlo y después envolverlo en mi cuello, paso mi mano por su cintura y trato de poner toda mi fuerza en salir por el lugar de donde vine.

Siento que agarra la tela de mi remera débilmente e intenta decirme algo.

—Shh... Está todo bien. No gastes energía—es lo único que le digo.

Su tos es incontrolable. Puedo notar como intenta respirar, pero sé que le va mal en eso. Siento todo su cuerpo tenso.

Evito los troncos que van cayendo y por fin logro salir de ahí hasta dar con el auto en el que veníamos. Gastón al verme se apresura y me ayuda a llevarlo hasta uno de los asientos. Ni bien lo dejo doy media vuelta para volver a lo que tenía que hacer.

—No entres ahí, es peligroso—escucho la voz débil del chico.

Termina de decirme eso y vuelve a toser con más fuerza, provocando una angustia en mi pecho.

Le doy una mirada, pero no hago caso a lo que me dice. Corro y esquivo todo a mi paso hasta que creo que en ese lugar estoy bien, que puedo hacerlo desde este punto.

Puedo sentir mis manos transpiraras y sé que por además del calor que emana el fuego, es por el nerviosismo que llevo dentro.

Me concentro en el fuego y cierro los ojos para hacerlo del todo. Abro los brazos y los extiendo a mis costados, con las palmas de las manos hacia arriba. Hago una cuenta regresiva en mi mente y sin más las cierro.

Fuego [Gaianos 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora