Desesperación -31

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Deje de sentir.

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Al llegar a casa cené con Adam, comimos pizza que trajo del badulaque, últimamente estaba tanto tiempo en casa que no tenía ganas de cocinar.

Al acostarme no pude dormirme en lo absoluto, por lo que me puse a estudiar algunos expedientes que tenía en casa, además de repasar códigos y demás.

La otra parte de la noche la pasé pensando en quien sería la persona que estaría haciendo todo esto, quienes, mejor dicho.

El vídeo paso nuevamente por mi cabeza, todos parecían tan organizados, incluso en la forma de pararse.

Pensé en el chico de la ventana, recuerdo que por un lado de su cabeza se vio pelo rubio, sus ojos ni siquiera llegué a verlos.

Me pregunté porque él quería que yo supiera lo que el superintendente sabía, porque justo a mi me habían dejado esa carta.


Al otro día desperté y necesité hacerme un café para sentir que estaba activa, caminé hacia comisaría y al entrar me encontré con Volkov, el me sonrió guiñando un ojo, y yo solo me reí, entrando en servicio.

Fui hacia vestuarios, cambiándome lentamente, ya que debía tener cuidado con la herida, por suerte no parecía haber nadie.
Pase por armería y me equipe con la porra, el taser, y una pistola de policía.

Esta última la agarre un poco a escondidas, ya que nadie sabía que hoy iba a haber acción de mi parte.

Hoy planeaba patrullar con alguien, aunque sea a escondidas, Greco me tenía muy vigilada con el tema de mi pierna, y le había dicho a todos que no patrullaran conmigo, y claro, como él es el comisario, muchos le hicieron caso e ignoraron mis súplicas.

Le pregunté a Paola si quería patrullar conmigo pero por alguna razón me rechazó.

- No quiero patrullar contigo Lena, ya vete.

Esa respuesta me había caído de sorpresa, ella literalmente me había pedido que nos acercaremos, pero bueno, supongo que estará complicada.

Aunque no entendía porque ella me estaba evitando, pensé en que había pasado la última vez que la vi, osea en la fiesta, pero nada había sido extraño.

Volví hacia el mostrador, rendida en que el día de hoy la pasaría atendiendo denuncias de mierda

Pero mi salvación llegó

Vi a Gustabo aparecerse por las puertas de la recepción, dándome una rápida mirada de arriba a abajo mientras comenzaba a caminar hacia las escaleras.

Me sorprendió que no estuviera con Horacio, ellos siempre patrullaban juntos, y si no estaban juntos..

- ¿Estas solo?- le pregunté agarrando su brazo.

Me miró elevando la ceja y me sonrió, acercándose unos pasos a mí

- Pensé que era un psicópata, no deberías hablar conmigo bonita..

Suspiré, siempre manipulando a la gente.

- Estoy sola y no tengo con quien patrullar Gustabin, y por lo que veo tu también.

Se soltó de mi agarre bruscamebte y comenzó a caminar hacia el estacionamiento

- Venga, en mi patrulla.

Asentí sonriendo, comenzando a seguirlo.

Prendió su radio e informo que íbamos a patrullar juntos por ella.

La otra dimensión -SpainrpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora