La otra dimensión -Spainrp

Sueños. -36

Recuerdo soñar

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Al llegar a casa Gustabo me dijo que se iba a quedar conmigo, que aún había peligro de que Paola volviera, así que yo me acosté en mi cama, y el en el sillón.

En realidad era algo estupido pensar en dormir cuando era de tarde, pero bueno, la realidad es que si tenia sueño.

Me di vuelta y miré a Gustabo, el estaba callado mirando el techo, probablemente pensando en sus mierdas.

Ante mi mirada el giro su cabeza, mirándome también, me sonrió y se acomodó el pelo

- Anda, duérmete

- No creo que vayas a estar muy cómodo ahí.

El me miró alzando la ceja

- ¿Quieres que me cambie para ahí?- preguntó el sentándose

- Bueno, ahí vas a terminar como el puto abuelo

Me moví un poco, dejándole espacio a mi lado, el se sacó la campera, quedando solo con una remera y sus pantalones y se acostó a mi lado, quedando frente ami, mientras acomodaba su brazo por debajo de la almohada

- Estas en la mierda - dijo tocando mi rostro

- Lo sé

Cerré los ojos y acomode un poco mi cabeza, quedando más cerca de él.

Nuestros cuerpos se separaban por un espacio donde entraría un brazo, el estaba de costado, mirándome, y yo estaba de costado también, intentando dormir.

- Si sigues mirándome no voy a poder dormir - dije abriendo los ojos.

El sonrió mientras miraba hacia otro lado

- Joder, ya ni mirarte se te puede.

Se acomodó quedando boca arriba, su brazo rozo mi cuerpo, mientras yo miraba su rostro, perfectamente perfilado, un poco de barba, que curiosamente tenía un color gris, y su rubio cabello despeinado, mire su ceja, el piercing que llevaba le quedaba muy bien.

En ese momento pensé en todas las veces que habíamos estado así de cerca, ninguna había sido así, tan tranquila, sin amenazas o insultos de por medio.

El me miró frunciendo el ceño

Mi vista viajo a sus labios por un segundo, pero eso bastó para que el se diera cuenta de mi acción, y se fijará el en los mios.

La tensión creció rápidamente, y su vista volvió a mis ojos.

- Gustabo....- susurré mirándolo

- Lena, no me digas que no ahora.

Sentí su mano en mi cintura, acariciando y levantando ligeramente mi remera.

Tragué grueso y pensé en si era una buena idea, Gustabo estaba bien, pero no estoy segura de esto.

Suspiré y miré hacia arriba, sentí la atenta mirada de el rubio sobre mi.

- Está bien

Alejó su mano de mí y se levantó saliendo por la puerta.

Lleve mis manos a mi rostro suspirando fuertemente.

Vaya mierda.

Después de que escuché la puerta de la salida me levanté y comencé a cocinar, supongo que en un intento de desestresarme

Rato después escuché la puerta abrirse, miré hacia ella y entró Adam por ella, soltando bolsas, se le veía agotado, vino hacia mi y me dejó un beso en la frente.