La otra dimensión -Spainrp

Cansancio -37

Recuerdo estar muy cansada.

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Pasé toda la noche entre códigos 3 y robos de vehículos con Leónidas, y sorprendentemente fue una de las mejores noches en semanas.

Eran ya las ocho de la mañana, estaba tomando mi café mientras esperaba en el mostrador a que alguno de mis compañeros, o algún civil venga.
Mi cabeza dolía un poco, pero nada que no se soporte.

- Tenemos un aviso de plantación de drogas entre las montañas, quiero a toda la malla con carabinas especiales y trajes de secreta.- dijo el super por radio

Todos afirmamos y nos dispusimos a hacer lo que se nos indico

- Oficial Lena, me informaron que hizo un buen trabajo como franco por la noche, así que usted nos cubrirá como francotirador.

- 10-4.

Dejé la carabina y agarré el franco, cargando además todo lo que hace falta para montarlo.

Subí a el patrulla de Leónidas, por la radio informaron que los que íbamos a ser parte de el trabajo íbamos a hacer, el de melena rubia a mi lado, Gustabo, Horacio, el superintendente, y un alumno llamado Nikolai.

Estábamos llegando al lugar y me bajé del patrulla, ellos iban a acercarse más al lugar, mientras que yo iba a quedarme en las montañas, vigilando todo.
Por lo que se nos había informado era una zona muy complicada, muchas mafias cultivaban aquí y habían muchas probabilidades de que se armara una guerrilla, además, me dijeron que seguramente también habría personas por las montañas de franco.

Me oculte detrás de una roca después de hacer perímetro por la zona en la que me dejaron, coloque el arma, y me cubri como pude entre los arbustos, mientras miraba por la mira a mis compañeros como se escondían y ocultaban entre las casetas y árboles.
Miré hacia las montañas, revise todos los alrededores, no encontrándome con nadie.

- Los tengo a la vista, ¿vamos a detenerlos o disparar?

- Eso depende de si tienen francos, Lena, ¿ves algo?

Di una última mirada a los alrededores, pero esta vez, me encontré a una persona detrás de un árbol, apuntando hacia los chicos de abajo, que estaban cultivando, seguramente protegiéndolos

- Veo un francotirador, creo que aún no los ha visto.

- Bien, todavía no disparen, Lena, asegúrate de que no haya más de uno, y dispara.

- 10-4

Di una última mirada hacia las montañas, y noté que no parecía haber nadie más de franco.

Apunte nuevamente al chico de antes, que parecía haberse ocultado un poco más, pero aún tenía visión de el.

Me aferré más y controle mi respiración, moví mis dedos hacia el gatillo, y disparé varias veces.

Vi al chico caer al suelo, con un tiro en el pecho, y otro en la cabeza.
Perfecto.

Apunté hacia los cultivos nuevamente y vi como los que estaban plantando se habían alertado ante los disparos.

- ¡Dispararles!- gritó Gustabo por la radio.

Mientras observaba los alrededores asegurándome de que nadie más salga, esucuche todos los disparos atenta, mientras ellos se preguntaban si todos estaban bien, y todos afirmaron.

Desmonté el arma y me levanté, para comenzar a bajar la montaña.

Al llegar abajo vi como levantaban los cuerpos y los llevaban al los patrullas, mientras otros incatuaban la droga, y desplantaban todas las plantas, cargandolas en los maleteros.