Recuerdo que fue una maravillosa tarde..
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Luego de vendarme la mano y comer algo, salí de comisaría, iba a patrullar un rato.
Me subí al zeta y comencé a manejar, no tenía ni idea de dónde estaba Leónidas, pero tampoco tenía ganas de estar con el.
En la radio de la ciudad sonaba una canción que no pude reconocer, era muy tranquila.
Procuraba no chocarme mientras daba algunas vueltas por plaza central, las personas de allí siempre estaban haciendo el gilipollas, pero esta vez no estaban en nada raro, solo hablando y escuchando música.
Me encaminé hacia los mecánicos, así le daban un arreglo al auto, ya que lo notaba extraño.
Al llegar me indicaron que metiera el vehículo al taller, cuando me bajé el llegó a mi, un hombre de traje rojo, cabello castaño con algunas canas..
- Bueno, que quieres
- Algo está fallando, no alcanza la velocidad que debería y cuesta más dar giros - dije apoyando mi mano en el capó.
- Vale.
El se subió al lado del conductor y comenzó a tocar cosas, de vez en cuando me daba pequeñas miradas.
- ¿Te conozco de algo?
El se sorprendió, mientras fruncía el ceño en mi dirección.
- No lo creo, a no ser que hayas venido por aquí antes.
Asentí mirándolo, pensandomelo seriamente, de algún lugar se me hacia conocido su rostro.
Asumí que me lo habría cruzado por algún lugar de la ciudad, y de ahí me sonaba.
Después de que arreglará lo de dentro y le diera un vistazo a la maquinaria, me dijo que los patrullas no pagaban, así que solo me subí y salí de allí.
Volví a comisaría y lo guardé en el garaje, ya que estaba por ser hora de reunirme con Seguismundo, la verdad no sabía que quería hablar, pero lo extrañaba.
Digo, la última vez que nos vimos no pudimos tener mucha interacción, ya que una pared nos separaba.
Después de bajar del zeta, me subí a la motocicleta, arrancando y saliendo de comisaría en dirección a badulaque central.
Cuando llegue vi un par de autos estacionados, algunas personas haciendo el tonto, pero no veía por ningún lado a Seguismundo.
Metí mi motocicleta en el pequeño estacionamiento y la tranque, dejando allí el casco.
Escuché un silbido detrás de mí, suspiré ante la estupidez de quien sea que haya hecho eso.
Al girarme me encontré con Rogelio apoyado contra un automóvil azul, no tenía muy clara la marca, pero igual me acerque
- Hombre, ¿ya pagaste tus multas?
El se rió y abrió la puerta del copiloto, mostrándome a Seguismundo dentro.
- Claro que no, faltan algunas, pero este no es mío.
- Venga, vamos a dar unas vueltas. - dijo su primo desde dentro.
Sonreí y rodeé el auto, subiéndome por el copiloto.
Era un auto realmente agradable, bonito por dentro y con buen olor.
- ¿Como compraste esto si recién terminas de pagar las multas?
Vi a Rogelio separarse del auto y caminar hacia los chicos que estaban enfrente a la puerta del badulaque.
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La otra dimensión -Spainrp
Teen FictionUna historia donde el mundo tal cual como lo conocemos colapsa, y se crea una realidad alternativa donde muy pocos podrán entrar. Lo que nadie sabe es: ¿qué pasa al entrar? Lena, nuestra protagonista, lo descubrirá. TERMINADA