4X: Un nuevo comienzo

Terquedad

Sakura parpadeó, una, otra vez, inmóvil en su lugar. Prácticamente paralizada. ¿Acaso había oído bien? ¿Tsunade había dicho lo que Sakura creía que había dicho? No podía ser, ¿o si? Repasó las palabras en su cabeza. Es tiempo para mi sucesión y creo... que tú deberías tomar mi lugar Naruto. Si, eso había dicho o al menos eso había creído oír. Observó a la que hubiera sido años atrás su sensei con atención. La mujer voluptuosa permanecía seria y con las manos entrelazados delante, a la altura de su rostro, tal y como lo hacía cuando comunicaba algo crucial o de suma urgencia, observando a Naruto fijo; con una intensidad demasiado real para tratarse aquello de una broma. Por lo que alternó su vista a Naruto, aguardando que él rompiera en risas o dijera que aquella no era una broma de buen gusto y que era cruel y que no debería bromear con sus sueños de esa forma. Pero él no hizo nada tampoco. Continuó allí, de pie, un metro delante de Sakura; devolviéndole la mirada a la actual Hokage. Kakashi, que también permanecía allí junto con Shizune, tampoco parecía haber sido tomado desprevenido por las palabras. De hecho, ninguno de los dos manifestaba algo similar a la sorpresa o al desconcierto. Entonces, ¿por qué era ella la única que parecía no comprender nada. ¿Por qué tenía el repentino sentimiento de estar ligeramente fuera de lugar?.

Riendo nerviosa, intentó aligerar el ambiente y dispersar cualquier sensación de incomodad que estuviera percibiendo en aquel preciso instante —Tsunade-shishou, no bromeé. Naruto no puede ser Hokage.

Pero la mirada de reojo que la mujer le dedicó le dejó en claro, muy en claro, que aquella no era ningún tipo de broma o burla y que sus palabras significaban exactamente lo que ella había querido que significaran. Hablaba en serio, muy enserio. Los ojos de Kakashi y de Shizune sobre ella también le confirmaban lo mismo. Entonces, observó a Naruto; quien permanecía erguido y de pie con la mirada en algún punto distante detrás de la Hokage. Sus manos estaban cerradas en puños y parecía debatirse algo internamente.

Sin apartar la mirada de él, Sakura dio un paso hacia el chico —Naruto... —pero un brazo se interpuso en su camino deteniéndola en el lugar. Al virar la cabeza, observó que Kakashi se encontraba a su lado y negaba lentamente con la cabeza. Indicándole que aguardara. En ningún momento, notó Sakura, Naruto la miró. Ni siquiera cuando lo llamó por su nombre.

Y, de repente, el silencio que había prevalecido en la habitación fue quebrado por Naruto; quien parecía haber regresado en sí. Sin embargo, la respuesta que Sakura presenció de él no era la que hubiera esperado —No.

De hecho, si le hubieran dicho qué hubiera pensado al presenciar una situación así hubiera dicho que imaginaba que Naruto se comportaría como un tonto y gritaría y saltaría de felicidad de forma ridícula e inmadura y poco apropiada para la situación. Nunca, nunca en su vida hubiera creído que respondería con un simple y determinante "no", por la simple razón que ser Hokage era su sueño desde que tenían 11 años, o quizá antes. Mucho antes. Y no dejaba de decir que algún día lo sería.

Kakashi, que aún permanecía junto a Sakura, dio un paso al frente —Naruto.

Pero el rubio se limitó a negar tercamente con la cabeza —Debe haber otra forma, ¡vieja Tsunade! Debe haber...

Tsunade, sin embargo, no parecía sorprendida por la reacción de Naruto, así como tampoco lucían sorprendidos Kakashi y Shizune; lo cual la tenía desconcertada. Naruto había deseado ser Hokage desde siempre, había dicho que sería uno desde siempre. De hecho, la palabra Hokage era la más utilizada en el vocabularios del rubio. Lo cual la traía nuevamente al estado de desconcierto en el que se encontraba.

—Naruto —volvió a hablar Kakashi, aún a su lado—, creo que esta vez deberías aceptar.

Los ojos de Sakura se abrieron desmesuradamente. Esta vez... ¿A qué se refería Kakashi con aquello? ¿Es que acaso había habido otra situación en la que Naruto había rechazado el ofrecimiento de ser Hokage? No lo entendía. Por lo que, decidió preguntar, ya cansada de sentirse fuera de lugar —¡Kakashi-sensei, ¿a qué se refiere con "esta vez"?