¿Nadie se ha preguntado cómo sería el futuro?... Bueno aquí está la respuesta; después del siglo XXII, el mundo colapsó, las guerras, la contaminación y las enfermedades estaban llevando a los humanos a la extinción, claro que el defecto de nosotros...
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Trate de observar por la ventanilla que daba hacia la cocina y pude apreciar a mi abuelo impidiendo que los hombres subieran a la segunda planta
—Vamos Fred, solo revisaremos si tu nieta no está arriba
—Ya le dije que no
—Tranquilo, solo será una pequeña charla entre ella y yo
—Camile no hablará con usted, así que ¿porque no mejor se va?
—Me quedaré a esperar hasta que llegue —demandó Jackson
—No —dijo mi abuelo con autoridad.
Sabía que tenía que irme, pero tenía miedo de que le llegarán a hacer algo a mi abuelo. Pero tenía que confiar en él, además, me buscaban a mí, cuando se enteren que no estoy en casa, seguro se marcharán.
Empece a caminar hacia atrás aún viendo hacia dónde estaban los soldados y mi abuelo hasta que, sin darme cuenta, choque con un bote de basura haciéndolo caer y ocasionando demasiado ruido llamando la atención de todos, que miraron hacia mi dirección.
Mi abuelo tomó expresión de pánico mientras que el del parche me miró con malicia.
Fue ahí cuando todo se complico.
Lo último que vi fue a mi abuelo deteniendo a los soldados para que no me siguieran.
Comencé a correr hacia la cerca de madera para saltar hacia el patio del vecino cuando lo escuche.
Un disparo, dos disparos, tres disparos y un “atrapenla”.
Empecé a llorar mientras seguía saltando de cerca en cerca. Lo había perdido, mi abuelo, la única familia que me quedaba, no podía creerlo.
Estaba sola.
Cuando llegué al final de las casas, corrí por las calles sin saber donde ocultarme, sé que vienen detrás de mí, a unos metros de distancia.
Entonces ví un parque, entré en él sabiendo hacia donde me dirigía, a unos metros estaba la casa de mi jefa, si lograba llegar ahí, me podría esconder en la casa de la mascota de mis amigos, un perro enorme color café que no era de raza pura.
Cuando llegue, lo encontré, Gohan estaba agitando su cola y tenía su lengua de fuera, detrás de él estába la casita de madera de metro y medio por metro y medio de él perro.
Me metí en ella con Gohan a mi lado, el me conocía muy bien así que no le molesto, además, el pobre no podía ladrar por un accidente que había tenido hace tiempo, así que no llamó la atención.
Me tape la boca para que no escucharán mis sollozos cuando ellos pasaron por enfrente de la casa de Gina y Jackson gritó :
—¡Sigan derecho, no debe estar lejos!
Y siguieron de largo.
Conocía este lugar ya que aquí venía a estudiar con los chicos, Rose que también trabajaba conmigo, Gale que era su mellizo, pelo negro, ojos café oscuro, alto, con buen cuerpo; y por ultimo estaba Joshua, él era idéntico a su padre, tenía 14 años, pelo rubio, ojos azules, baja estatura y delgado.
Como dejé la escuela a los quince, Gina me ayudó dándome clases, ya que ella fue maestra un tiempo hasta que su escuela cerró, no cobraba por enseñarme y eso era muy dulce de su parte.
Salí de mi escondite y me dirigí hacia la puerta de su casa llamando a esta.
Solo pasaron unos segundos hasta que un sonriente Gale abrió, al verme cambio su cara a una de preocupación, para tener mi edad era mucho más alto, máximo me sacaba una cabeza de más, tuvo que agacharse para mirarme a los ojos y preguntar:
—Camile ¿que tienes, que haces aquí?
No pude contestar, solo me acerque a él y lo abrace, llore mucho más fuerte cuando el correspondió mi abrazo y después de unos minutos me hizo pasar.
No pasó ni tan siquiera un día y ya estaba echa un asco emocionalmente, saber que mis padres fueron rebeldes, meterme en problemas con ese tal Jackson, y que muy probablemente mi abuelo este muerto, fue como tirarme un balde de agua fría con hielos y luego dispararme una bala en el pecho.
Me senté en la sala mientras Gale llamaba a su familia para que vinieran a verme y cuando todos estuvieron frente a mí, les conté absolutamente todo lo que sabía, Gina y Rose ya tenían una idea de que mis padres eran rebeldes, puesto que, escucharon al oficial cuando me lo dijo.
Me destroce por completo cuando les comente de los disparos y de la muy posible muerte de mí abuelo, si no, ¿porque no iba detrás de ellos?
No era una chica de derrumbarse frente a los demás, pero hoy necesitaba consuelo y ellos eran los únicos cercanos a mí.
—¿irás con ese tal Jonathan? —preguntó Joshua
—Tengo que, necesito respuestas
—¿En qué? —cuestionó Rose
—En autobus, creo
—Es demasiado arriesgado ¿y si te captan las cámaras, o peor aún, que todo el Sky Squad ya sepa de ti y estén buscándote?
—Te prestaremos el auto de Rose —anunció Gina
—¡¿Que?! No Gina, no puedo hacer eso
—Mis hijos te enseñaron a manejar ¿no? —asentí— Entonces tómalo, confío en que lo regresarás sano y salvo —
—Pero...
—Pero nada, he dicho que te lo llevarás porque te lo llevarás, saldrás mañana por la mañana, así nos aseguraremos que esos idiotas no estén afuera.
Después de un tiempo de incistirle en que no tenía que prestarmelo termine aceptando.
—Gracias Gina, gracias a todos
—Eres nuestra amiga Cami —sonrió Gale con dulzura— eres nuestra hermana de otra mamá, nosotros siempre estaremos cuando nos necesites.
—Ven, vamos a mi habitación, dormiremos juntas
Luego de agradecerles mil veces, Rose me llevo a su recámara y juntas nos quedamos dormidas.
Al día siguiente subí al EN-V de mi amiga, un auto de los más viejos modelos de vehículos futuristas, es de dos ruedas y muy compacto, fue el regalo de Rose cuando cumplió dieciséis (y yo me conformé con un libro en mi cumpleaños, que triste) se puede decir que gracias al negocio de Gina, los cuatro viven mejor que yo, además, su ex-esposo les manda todo el tiempo dinero a modo de disculpa por ser infiel. El auto sobre pasa fácilmente los 40 kilómetros, y más, dependiendo de quien lo programe, tiene un comando similar a un antigua iPad del siglo XXI y es eléctrico. En su tiempo fue presentado como el padre de una nueva generación de vehículos -antes de que llegarán al mercado los autos voladores de energía solar- con su objetivo de disminuir choques al ser inteligentes y cambiar nuestro modo de transporte.
Me despedí de mis amigos y partí hacia hacia una ciudad vecina donde vivía Jonn. Mientras conducía, recordé lo que mi abuelo me había de dicho ayer a la hora del desayuno:
“Mi querida nieta, desde que tus padres murieron, solo hemos sido tu y yo, y algún día, tendrás que enfrentarte a los problemas tú sola”.
Yo sabía que en algún momento eso pasaría, pero jamás pensé que sería tan pronto.
Muy dentro de mí pensaba que era mi culpa, si tan solo hubiera tenido más cuidado y no hubiera tropezado con esos botes, tal vez el aún estaría vivo.
Limpie una lagrima traicionera de mi mejilla y susurre hacia la nada:
—Adiós abuelo, te amo.
Hay que triste, voy a llorar 😢 1219 palabras. Ufff Espero y hayan disfrutado el capitulo, voten, compartan y comenten si les esta gustando la historia. Besos. Bye. ❤️ Hijos de Gina en multimedia.
