¿Nadie se ha preguntado cómo sería el futuro?... Bueno aquí está la respuesta; después del siglo XXII, el mundo colapsó, las guerras, la contaminación y las enfermedades estaban llevando a los humanos a la extinción, claro que el defecto de nosotros...
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—Por favor, no te vayas —tenía mis ojos llorosos mientras trataba de detener a mi amigo— Eres lo único que me queda, no me dejes, no tu.
—Camile, que me vaya no significa que dejes de ser importante para mí, o que estarás sola, tienes a tu abuelo, y estoy seguro que encontrarás a más personas en quienes confiar.
—Pero ninguno como tu —solloze.
El me miró con tristeza y luego me abrazo. Sabía que estaba llorando sobre mi hombro en silencio, pero nunca le gustaba que lo vieran débil, sólo yo conocía ese lado de él.
—Siempre serás mi primer amor de verdad, Camile, eres lo mejor que me pudo haber pasado, y eres la única mujer en mi vida ( aparte de mi mamá y mi hermana) que de verdad me importa. Pero tengo que irme.
—No quiero, no puedo dejarte ir —lo abrace mas fuerte.
—Nos volveremos a ver.
—¿Como lo sabes?
—¿Quien siempre te encuentra en las escondidas?
—Eso solo es un juego —solté una pequeña risa.
—Aún así; recuerda ese dicho que decía... algo como... las personas que están destinadas a estar... ¿unidas? no, juntas, siempre se... ¿verán? de nuevo.
Reí— ¿En serio decía así?
—Ni idea —reímos— pero me entendiste ¿no?
Asentí.
—Camile —me miró a los ojos, ahora serio— prometeme que harás lo posible por ser fuerte, por mi, por tu abuelo, y por ti.
Baje mi cabeza, mirando al suelo— No soy fuerte.
—Claro que lo eres —tomo mi mentón para que lo mirará a los ojos— eres la chica más valiente, fuerte, inteligente y hermosa que eh conocido en mi vida.
Me sonroje.
—Ademas de enojona —lo último lo dijo en susurro para que no lo escuchara pero fue todo lo contrario.
—¡¿Qué?!
—No nada, nada, nada —me beso la nariz— prometelo Camile.
—Solo si tu prometes que nos volveremos a ver.
—Te lo prometo —puso su mano en mi mejilla haciendo círculos con su pulgar en esta.
