¿Nadie se ha preguntado cómo sería el futuro?... Bueno aquí está la respuesta; después del siglo XXII, el mundo colapsó, las guerras, la contaminación y las enfermedades estaban llevando a los humanos a la extinción, claro que el defecto de nosotros...
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Narra Camile
—¿Que fue lo que sucedió después de que aceptarán?
—Empezamos a entrenar, teníamos reglas estrictas en ese lugar —las enumeró— no decirle nada a nadie, ser discretos, jamás ir a las bases con otras personas, ocultar nuestra identidad de los soldados, entre otras cosas.
—¿Cuando les pusieron esas... armaduras, en el cerebro?
Soltó una pequeña risa— Nathan les decía anti-profesores X, amaba las películas de X-men.
Reí un poco.
—¿Donde está? Nathan, ¿que le sucedió?
Su rostro se volvio serio.
—Cuando... logramos superar ese... entrenamiento mental, y nos pusieron esa... armadura, nos empezaron a dar misiones, la mayoría eran de ayudar a gente que es saqueada por los oficiales, robarles, y esas cosas de novatos.
—¿Y después?
—Nos volvimos los mejores, Nathan era el mejor en las computadoras, hackear programas de los Sky Squad y todo lo que tenga que ver con ello. Karla era la mejor en manejar armas, era una experta. Luego Alice, todos se fascinaban con tu madre, sabía luchar cuerpo a cuerpo como nadie. Yo era el que se encargaba de robarles a los soldados, en misiones encubiertas, yo era el indicado. Y Peter, oh ese chico, tu padre era nuestro líder, manejaba las misiones como nadie, sabía liderarnos, era el que se encargaba de idear un plan cuando lo necesitábamos, en poco tiempo se volvió alguien admirado por todos. Fue ese tiempo en donde tus padres se dieron otra oportunidad, se casaron el mismo día que Karla y yo, Peter tenía veintitrés años y Alice veintiuno, unos meses después tuvieron su más grande tesoro, a ti.
Sonreí con nostalgia ante esas palabras.
—Unos cinco años después de ser rebeldes, nos tocó una misión arriesgada, teníamos que ir a Sky Terra, robar información importante y luego largarnos de ahí.
—¿Que información?
—Confidencial, éramos buenos, Camile, pero eso no significaba que el líder nos diría exactamente que robabamos.
—Ya veo ¿Que pasó ese día?
—Fuimos a una especie de casino, debajo de este se encontraba lo que buscabamos: un laboratorio y base secreta del gobierno.
—¿Debajo de un casino?
—¿Tu creerías que en un lugar así, habría una base secreta? —negué— ese es el punto.
Cierto.
—Todos íbamos encubiertos, entramos ahí como un cliente más, pero cuando llegamos a nuestro destino, cambiamos nuestra ropa por la de un rebelde. Fuimos a un lugar lleno de computadoras y aparatos, Nathan guardo la información que le pidieron (era el único que sabía que era lo que robabamos con exsactitud). Cuando ya teníamos todo, salimos de ahí, o más bien lo intentamos, antes de que llegaran los Sky Squad por la única salida que había.
