¿Nadie se ha preguntado cómo sería el futuro?... Bueno aquí está la respuesta; después del siglo XXII, el mundo colapsó, las guerras, la contaminación y las enfermedades estaban llevando a los humanos a la extinción, claro que el defecto de nosotros...
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Cuando terminamos de llorar y de lamentarnos, Jonn me dejo descansar en un cuarto de invitados, muy lindo de su parte.
Estaba cansada, física y mentalmente, mucho más que antes. Descubrir tantas cosas en un solo día, fue como si me hubieran lanzado una bomba nuclear del pasado. De nuevo.
Del pasado en donde mis papás estaban con vida, de cómo mamá se molestaba porque jamás me peinaba, de papá, cuando se volvió el complise de mis bromas. Cuando me caía y lastimaba e iban por mi, me abrazaban y cada uno besaba una de mis mejillas y me decían: “Todo esta bien”.
Mentira
Nada esta bien.
Mis padres murieron de una forma cruel, mi abuelo ni siquiera sé si esta vivo (lo ma sprobable es que no), estoy sola, los Sky Squad me persiguen, y yo no tengo la menor idea de porque, ah, sin contar de que ahora no tengo donde vivir.
¿Y ahora que?
¿Que puedo hacer?
¿Irme del país? No, no tengo suficiente dinero, además, me vería como una cobarde. ¿Esconderme en la casa de Jonathan hasta que se cansen de buscarme? Sería una carga, y una cobarde. ¿Acabar lo que emis padres empezaron?... Eso no se oye mal.
Ellos arriesgaron su vida por el mundo, por las familias de nuestro mundo, por sus amigos, por mi.
¿Porque no hacerlo yo? Correría muchos riesgos, sí, pero...
¿Valdría la pena? ¿Valdría la pena dejar de ver a las personas sufrir, de alguna manera, por el gobierno corrupto? Si ¿Valía la pena intentar ser una heroína por las personas que amo (al menos por los que quedan)? Si ¿Vale la pena arriesgar mi vida por gente desconocida? Si, si lo vale.
Lo haré.
Mañana mismo hablaré con Jonathan, se lo diré.
Mientras tanto, ahora mismo estoy acostada sin conciliar el sueño. De la ropa que traje, tengo puesta una camisa sin mangas, un suéter blanco y un pantalón de tela. Mi “pijama”.
Estaba acostada en una cama individual, mirando una foto de mis padres con todos sus amigos. Jonn la tenía guardada como un recuerdo.
Era muy linda, Jonathan y Karla estaban abrazados, el pasaba un brazo por su cintura, mientras ella tenía su brazo en los hombros de su novio. Nathan estaba de caballito, arriba de su hermano, y mi padre tenía a mamá cargada como recién casados. Los seis hacían caras graciosas a la cámara.
Sonreí sin mostrar los dientes, admirando lo felices que se veían juntos, sin mirarse con odio, o amenazandose unos a otros, o muertos.
Eran unos adolescentes felices, sin problemas ni preocupaciones, al menos estaban juntos. Y ahora, de todos, sólo quedan dos con vida, y uno está del bando contrario.
