¿Nadie se ha preguntado cómo sería el futuro?... Bueno aquí está la respuesta; después del siglo XXII, el mundo colapsó, las guerras, la contaminación y las enfermedades estaban llevando a los humanos a la extinción, claro que el defecto de nosotros...
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❇️Christan❇️
—¡Idiota! —grité entrando a la habitación donde un despierto Scott se encontraba.
—Vaya, ¿así es como me agradeces por haberte salvado el pellejo, pelirroja?
Ignore su pregunta y corrí hasta su cama para después abrazarlo. Segundos después de eso, me separe de él, completamente ruborizada.
Me miró sorprendido, luego volteo su rostro hacia otro lado y carraspeo.
¿Acaso se... ruborizo?
—Vaya... Sabía que ibas a extrañarme, pero no pensé que hubiera sido para tanto.
—No te extrañe —murmure— solo quería que ya despertarás para que desocupes la camilla para alguien más —mentí.
—Si, claro —dijo con tono sarcástico— y por eso me abrazaste.
—No te abrace —rápido Camile, piensa en algo— solo me tropecé con mis pies y caí en ti.
Pendeja.
Diganme que no dije esa pendejez, porfavor.
—Ajá, voy a hacer como que te creo.
—Hijo de... —me detuve al recordar el como había arriesgado su vida por mi— ¿Porqué?
Me miró extrañado— ¿Eh?
—¿Porqué me salvaste?
Abrió sus ojos, sorprendido, y miró hacia otro lado, evitando mi mirada.
—No lo sé... Tal vez fue para que no te humillaras más.
Rodé los ojos ante su irónica sonrisa.
—Di lo que quieras —sonreí maliciosamente— pero yo recuerdo como perfectamente me protejiste con tu cuerpo... Abrazándome.
Su rostro se convirtió en marte. Aunque sólo duró unos segundos para luego volver a su expresión egocéntrica.
—No me digas que te gustó estar en mis brazos
Ahora yo era marte.
—¡Cl... Claro que no! Idiota. Preferiría que me cayera un rayo antes de volver a tener contacto físico contigo —dicho esto me levante para dirigirme a la salida.
—Di lo que quieras, ¡pero tus sonrojadas mejillas me dicen otra cosa!
Y como toda buena persona con modales, le respondí levantando mi brazo derecho, mostrándole mi amado dedo del corazón para después salir de ahí. Escuchando su odiosa risa de fondo.
