20. Acusaciones

1.5K 200 26
                                    

Hailey

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hailey

—¡Vamos, Tommy! ¡Corre a la portería! —Lucy subió sus manos emocionada y Thomas enfocó con su celular a su hijo corriendo por el campo de soccer pateando el balón con movimientos veloces y siendo perseguido por otros niños.

—Con permiso, permiso, permiso. ¡Traigo líquidos! Mueve tu pie o te piso.

Giré la cabeza mirando a Bella abrirse paso entre las personas sentadas en las gradas para llegar a su lugar a mi lado. En sus manos venía sosteniendo cuatro sodas en vasos de cartón de tamaño grande con tapadera.

Estiré mis manos en su dirección para quitarle dos de los vasos.

—¿Por qué debes pelear con las personas? —pregunté y ella subió los hombros con pereza.

—Las personas me sacan de quicio, no puedo evitarlo —respondió y le pasó un vaso a Thomas.

Yo le di uno a Lucy.

—Ay, Bella —negué y quité la tapa del vaso para beber de la soda.

Habían pasado tres días desde que volví de Boston. Las cosas parecían ir normales, pero internamente todo era un caos. ¿Por qué? Por Josh.

Desde que el avión aterrizó en New York el jueves por la mañana y nos fuimos directo a la oficina, Josh me trata como si nada hubiese pasado. Lo sé, yo se lo pedí, pero de verdad me lastimó por completo el hecho de verlo tan tranquilo, muy indiferente y con esa sonrisa radiante mientras yo no dejé de pensar en los besos que nos dimos.

Otra cosa que me estaba comiendo viva era la culpabilidad porque no volví a las terapias grupales. Ya era domingo lo que significaba que perdí la primera semana. Mañana empieza la segunda y no creo poder volver, no si eso significa que Josh estaría allí también.

—¡¿Se irán a penales?! —preguntó Lucy de forma sorprendida y alta, así que salí de mis pensamientos y miré el campo. El árbitro pedía a los niños que se acercaran para decirles algo.

—Eso parece —le respondió Thomas.

No sé qué está pasando.

—Jamás he entendido la afición al soccer —comentó Bella.

—Ni yo —susurré de regreso.

He asistido a numerosos partidos de soccer solo por Tommy y lo único que sé es que duran 90 minutos y se divide en dos tiempos de 45 minutos cada uno.

Observé los siguientes 15 minutos extras tapando mis oídos ante los gritos de Lucy y varias madres en las gradas que apoyaban de la misma forma eufórica a sus hijos. Finalmente, el árbitro sonó silbato y el equipo de Tommy ganó 5 a 3 y dos de esos goles los anotó mi mejor amigo.

Lucy y Thomas corrieron al campo al igual que varias personas más a buscar a sus hijos. Bella y yo nos pusimos de pie y caminamos de forma tranquila hasta llegar a Tommy.

Ella es alcohol - Él es dolor [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora