Hailey
Los ojos de Josh me miraron con sorpresa y timidez. Lentamente llevó sus manos sobre las mías y me apartó de él.
—Pero, señorita Winter-
—Hailey —lo interrumpí—. Puedes decirme: Hailey.
—Yo no soy tu tipo —dijo y algo dentro de mí pareció romperse.
—¿Qué mierda dices? Yo no tengo un tipo.
Josh bufó y se apartó un poco más.
—Hailey, mírame, luego mírate a ti. Mírame de nuevo, ¿no lo ves?
—Lo que veo es un chico que cree que vive en el siglo 20. ¿Lo dices porque soy millonaria y tú no? Los estándares sociales valen una santa mierda en la actualidad.
—Es que... es absurdo, yo no te puedo gustar.
Sus ojos color miel se llenaron de miedo e incluso creo que con tristeza.
—Carajo ¡¿Por qué piensas que no?! Tú no sabes lo que pienso, tú no sabes la manera en la que mi corazón se acelera cada vez que me sonríes. Hace unos minutos me dijiste que no debo disculparme nunca por expresar sus emociones —lo señalé—. Así que no siento pena alguna al decirte aquí y ahora que me gustas por quién eres y por cómo me haces sentir. ¡Ni siquiera hemos tenido sexo y soy feliz con solo poder besarte! ¿Qué tan loco es eso?
—¿En serio? —preguntó en un susurro.
Me acerque nuevamente a él y pasé mis manos por sus hombros.
—Y en cuanto a lo material, te aseguro que no me interesa si tienes mucho o poco. Tampoco si me puedes bajar o no las estrellas, ya que yo puedo hacerlo por mí misma. Josh, ¿Quién dice que la del dinero no puede ser la chica? ¿Acaso nunca has visto Aladdín?
Josh carcajeó y subió la mirada al techo negando mientras pasaba sus manos por mi cintura.
—¿Por qué me dices esto ahora? —inquirió bajando la mirada a mis ojos.
—No lo sé —mentí.
Claramente el hecho de que Darla y él no fueran nada me había dado el valor de sacar lo que llevaba dentro.
Josh hace esto, sin siquiera darse cuenta me hace ser valiente. Era extraño, pero me gustaba sentirme así.
—¿Estás segura de que no es el alcohol en tu sistema el que te está haciendo decir todo esto?
—Estoy bastante sobria, apenas y pude beber antes de que me arrestaran —admití.
Josh pasó una mano por mi rostro acariciando una de mis mejillas.
—Eres de ensueño, Hailey Winter —susurró contra mis labios—. Miento si digo que en estos últimos días no me mataba lentamente tratar de fingir que lo que pasó en Boston sólo fue un accidente.
Sonreí encantada de oír eso y lo besé no queriendo interrupciones, esta vez deseando sentir sus labios moverse contra los míos de esa manera lenta y suave que me tenía loca.
Por primera vez en mucho tiempo, justo cuando no lo creía posible, Josh Green me había hecho volver a sentir mariposas en el estómago.
❁❁❁
Pasé el día en el departamento de Josh. Limpiamos el lugar, cocinamos juntos el almuerzo y tuvimos maratón de películas de Disney, la primera siendo Aladdín.
Los besos y las risas no faltaron, así como las carreras en calcetines y los golpes que me di cuando chocaba con algún mueble antes de que él me agarrara.
Ahora era de noche y estábamos sentados uno frente al otro en la mesa de su cocina escuchando uno de mis playlist favoritos a la distancia con mi celular mientras jugamos UNO y esperamos a que traigan las pizzas que ordené hace varios minutos.
Josh sonrió al bajar una carta +4 y eligió el color que sabía que no tenía.
—¡No puede ser que vas a ganar otra vez! —me quejé.
—Créelo, porque va a pasar —dijo con superioridad ya que solo le quedaban dos cartas en mano.
La canción Lover de Taylor Swift comenzó a sonar por la bocina de mi celular y solté mis cartas.
—Me rindo.
—Eres una mala perdedora —dijo y colocó sus cartas a un costado viéndome con diversión.
Me puse de pie tomándolo de la mano.
—Creer que estabas con Darla aunado al hecho de que hoy es la boda de mi ex me hizo querer buscar refugio en un bar —confesé viéndolo a los ojos—. Terminar arrestada y ser rescatada por ti me sigue pareciendo una locura, Josh.
—¿Estás bien? —preguntó al atraerme a su cuerpo al sofá y sentándome en sus piernas.
—Estoy excelente —admití y pasando mis manos por sus hombros—. Estoy donde tengo que estar. No sé qué puede pasar de ahora en adelante, pero ahora sé quiero mejorar y darme una oportunidad contigo. Josh, no puedo ver el futuro para saber si esto durará o será pasajero, pero ahora eres mi presente.
—Y tú el mío, Hailey.
—¿Crees que podamos salir adelante y ser mejores el uno para el otro? —cuestioné y él asintió.
—Claro que podemos —me regaló una tierna sonrisa—. Mientras respiremos, tenemos oportunidad para todo, solo hay que decidir hacerlo.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo besé. Uní mi frente a la suya y cerré los ojos porque él y yo sabemos lo que tenemos que hacer.
—Josh, antes de poder amarnos, debemos reparar las grietas que tenemos —dije en un susurro.
—Así es, Hailey —respondió de forma triste—, Hay que ser honestos, es bonito creer que podemos ser felices y mágicamente todos nuestros demonios se irán con el poder del amor, pero sabemos que no es verdad —me abrazó con fuerza.
—Lo sé —me acurruqué contra su pecho—. ¿Prometes estar allí cuando la tormenta pase?
—Solo si tú también lo prometes.
Me separé para poder verlo, sus ojos me miraron con esperanza.
—Lo prometo —aseguró.
—Hailey —entrelazó nuestras manos—. Después de la tormenta y aún en medio de la tempestad, ahí estaré. Lo prometo.
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Ella es alcohol - Él es dolor [✔️]
RomansaBroken girl meets broken boy. ---- Una chica que lo tiene todo, pero llora por las noches mientras llena su cuerpo de sustancias que la hacen sentir peor consigo misma y que finge vivir de manera normal tras una pantalla de falsedad. Un chico de son...