25. Después de la tormenta

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Hailey

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Hailey

No sé quién lloraba más en la entrada del centro de rehabilitación, si Lucy, Tommy o yo. Thomas estaba sentimental, pero no tanto como para llorar.

—Serán los dos meses más largos de mi corta vida —dijo Tommy cuando rompió el abrazo.

—Pasará volando, ya verás —le dije, aunque más bien intenté convencerme a mí misma de eso.

—No te quitamos más tiempo —Lucy sorbió su nariz y me dio un último abrazo.

Thomas también me dio un abrazo y dejando salir un suspiro tomé mi única maleta de viaje que había traído con la ropa que me pidieron en el centro y me adentré al lugar sintiendo mi corazón latir con frenesí.

A Bella la llevaron sus padres al lugar donde asistirá. Darla y Lou llevaron a Josh al suyo. Me pregunto cómo se estarán sintiendo, ¿estarán asustados? ¿nerviosos? ¿habrán llorado en la entrada como yo?

—¿Hailey Winter? —indagó una recepcionista cuando llegué al final del pasillo y me encontraba en el vestíbulo del lugar.

—Sí. Soy yo. —Sonreí de lado y me acerqué para dar inicio a esto.

❁❁❁

Josh

8 semanas después

Miento si digo que el proceso de recuperación y control sobre mis acciones no fue bueno mis primeros días en el centro de rehabilitación. Fueron seis semanas llenas de trabajo emocional, ejercicios de conducta, terapias y mucho aprendizaje.

Cada día que pasaba me recordaba porque estaba allí, y cuando mi mente reproducía la imagen de Hailey sonriendo o besándome, mis ganas de salir recuperado me impulsaron a dejar de lado mis pensamientos negativos y lastimosos.

Estando allí leí dos libros escritos por Lucy de inicio a fin que me ayudaron muchísimo; cuando quería golpearme lo que hacía era usar esa energía para abrir las páginas y leer.

No me había sentido con tanto poder y fuerza de voluntad en mucho tiempo, los doctores y terapeutas lograron enseñarme que yo soy el que tiene el poder sobre la mente, y no ella sobre mí y una vez que comprendí eso, la historia comenzó a ser diferente.

Abrí el paraguas al bajar del taxi que me había dejado frente al centro de rehabilitación donde Hailey se encontraba.

Estaba lloviendo muchísimo, pero eso no importaba, hoy seguía siendo un día alegre, lo sentía en cada fibra de mi cuerpo. Mi chica saldrá de allí como una nueva persona.

Dos autos se estacionan detrás de mí, al girar vi a la familia Sky bajando también con paraguas en manos y a Bella del auto de sus padres segundos de igual manera.

Los ojos de la rubia se abrieron con sorpresa cuando me miró allí parado y corrió para abrazarme sin importarle mucho abrir el paragua que traía en mano para cubrirse de la lluvia.

—¡Josh! —exclamó con alegría.

—Bella —dije de la misma manera y la cubrí con mi paraguas—. Me alegra tanto verte.

—A mi igual —sonrió al separarse—. Llevo 4 semanas sobria y voy por más, dame esos cinco —subió su palma para que la choque y eso hice riendo por lo bajo—. ¡No lo puedo creer, me siento completamente diferente! ¡Tengo tanta energía! ¿Y qué crees? ¡Aprendí a tejer! —movió la bufanda rosa en su cuello—. ¡Mira! Ay, muero por contarles todo.

—Wow —sonreí.

—Oh —dijo al ver a la familia Sky caminando cada uno con un paraguas cubriéndose con ellos de la fuerte lluvia y corrió hasta ellos—. ¡Chicos los extrañé tanto!

Negué sin dejar de sonreír al ver la felicidad con la cual recibieron a Bella y el más emocionado era Tommy.

Yo me giré para mirar nuevamente la entrada del lugar frente a mí y las puertas se abrieron. Mi mundo se detuvo por unos segundos al ver a Hailey allí y su mirada se encontró con la mía.

 Mi mundo se detuvo por unos segundos al ver a Hailey allí y su mirada se encontró con la mía

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Una sonrisa radiante apareció en su rostro y dejó de lado el paraguas para correr hasta ella.

Ella soltó su maleta y bajó los escalones corriendo a mi encuentro. Al poner sus manos en mis mejillas noté sus lágrimas combinarse con la lluvia fría y torrencial que nos caía encima.

—Después de la tormenta... —dijo casi sin respiración viéndome fijamente y recordando la promesa que le hice.

—Y aún en medio de la tempestad. —Finalicé al inclinarme para besarla.

Mientras la lluvia nos caía encima y nuestros labios se movían con la alegría de nuevos comienzos, mi corazón latió con emoción, porque ahora todo encajaba justo en su lugar.

Mientras la lluvia nos caía encima y nuestros labios se movían con la alegría de nuevos comienzos, mi corazón latió con emoción, porque ahora todo encajaba justo en su lugar

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Ella es alcohol - Él es dolor [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora