11. Té verde de limón

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Hailey

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Hailey

Mi paladar estalló en sabor cuando llevé a mi boca los huevos revueltos con vegetales que tanto me gustan de este restaurante.

—La semana que viene viajaremos a Francia para la inauguración del quinto Winter Plaza de esa ciudad —comentó mi madre con emoción.

—Y de allí viajaremos a Portugal para firmar la compra de un terreno que pronto será un nuevo hotel —prosiguió a decir mi padre.

—Excelente —susurré con poco interés, pero con una sonrisa radiante.

El estar con ellos significaba escucharlos hablar sobre su imperio sin poder evitarlo. Así eran me había acostumbrado, no me molestaba, ya que los veía muy poco, así que soportar sus charlas era lo menos que podía hacer.

—¿Qué tal el desayuno? —indagó mi madre, señalando mi plato.

—Muy bueno, no por nada Hortensias es un restaurante cinco estrellas —respondí con honestidad.

Ella me sonrió, físicamente soy idéntica a mi madre, con sus grandes ojos cafés y su perfilado rostro.

—¿Cómo van esas ventas, Hailey? —preguntó mi padre mientras de forma muy elegante cortaba en pedazos pequeños uno de sus panqueques con miel—. Mi asistente me hizo llegar un artículo que decía la planeas abrir una cuarta sede.

—Así es —murmuré y terminé de masticar para responder—. Estoy aún decidiendo donde.

—¿Por qué te ha interesado seguir expandiendo? —preguntó mi madre.

—Es bueno ir ganando terreno y puedo ir consiguiendo más expansión con nuevos autores. Más personas significan más libros y con más libros, más ventas.

—Me llenas de orgullo cada vez que te escucho hablar así —dijo mi padre y me señaló con el tenedor—. Eres definitivamente una Winter de pies a cabeza.

—No fuimos los mejores, pero en definitiva hicimos algo bien contigo —dijo ahora mi madre.

Me contuve dl rodar los ojos, si alguien merece el premio por mi crianza, es la señora Sonia, no ellos. Gracias a ella no estoy tan loca y puedo decir que soy alguien, mis padres pudieron arrojar el dinero para mi educación y darme el empujón que me ha dejado donde estoy, pero ella me enseñó sobre la vida.

La extraño mucho: murió hace cinco años a causa de un infarto.

—Hicieron lo que pudieron —respondí y tomé el vaso de jugo para beber un poco.

❁❁❁

Empujé las puertas del edificio con mis padres detrás de mí y sonreí encantada cuando vi que la recepción estaba llena de globos de helio de muchos colores y formas.

¡Feliz cumpleaños, jefa!

Es lo que decía el enorme banner colgando sobre una de las paredes.

Ella es alcohol - Él es dolor [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora