Massimo deseaba olvidar los errores de su pasado, así es como conoce a la bailarina de danza contemporánea, Sofia.
¿Pero ella seria suficiente para hacerlo olvidar a quien estaba acostumbrado a amar?
Saga chicas malas
Libro I: 90 días
Libro II: Ánge...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Quiero todo lo que ella tiene
Esa sonrisa y esa risa de media noche
Que ella me está dedicando ahora"
Sofia caminaba por la playa junto a uno de los guardaespaldas de su madre que parecía un hombre sacado de películas debido a su armamento y tamaño. Ella sigue desde cerca estudiando cada uno de sus pasos. Solo llevaba dos días allí, pero se sentía mucho más tranquila de lo que estuvo antes.
Vuelve caminando a la casa ya que la brisa invernal era cada vez más fuerte, ella entra a la casa y sonríe viendo un árbol de navidad que su madre había enviado a comprar.
- Te lo traje- sonríe- siempre te gustaron estas fechas y también traje muchos adornos.
- Gracias- sonríe caminando hacia el árbol – ¿mamá?
- Dime cielo- responde la mujer acariciando a Lucifer el cual se encontraba tranquilo bajo sus piernas recostado sobre ella. Sofia acaricia las ramas del árbol con la yema de sus dedos.
- ¿Qué crees que debería hacer?
Michelle suspira viéndola, golpea a su lado en la alfombra para que ella se sienta a su lado. Sofia lo hace sentándose al lado de su madre, sonríe cuando Lucifer coloca su nariz sobre su vientre. Las manos de su progenitora pasan por su caballo largo haciendo que se tranquilice, esa sensación le recordaba cuando era niña y tenia pesadillas.
- ¿Qué crees que deberías hacer tu cielo?
- No lo sé- suspira ella – estar lejos de él sirve... pero
- ¿Lo amas? ¿Es eso verdad? - sonríe ella
Sofia asiente viéndola con lagrimas en sus ojos
- ¿Lo puedes perdonar?
- No lo sé- susurra- quiero hacerlo, pero duele tanto
- Entonces quizás deben divorciarse, yo con tu padre hicimos lo mejor posible para que tu crecieras feliz en un ambiente seguro, sé que nunca lo dejarías lejos de su hijo y eso te hace bastante fuerte. Cualquier mujer en tu lugar se alejaría de él en señal de venganza, estas dolida porque rompió tu corazón. Escúchame, cielo, tienes un millón de dólares y todo mi apoyo, puedes venirte a vivir a Italia, compartir custodia del pequeño, si no funciono como pareja eso no lo haría un mal padre.
