Massimo deseaba olvidar los errores de su pasado, así es como conoce a la bailarina de danza contemporánea, Sofia.
¿Pero ella seria suficiente para hacerlo olvidar a quien estaba acostumbrado a amar?
Saga chicas malas
Libro I: 90 días
Libro II: Ánge...
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"Nunca confío en un narcisista,
pero a ellos les encanto yo,
así que los toco como a un violín.
Y hago que parezca, oh, tan fácil.
Porque por cada mentira que les cuento,
ellos me cuentan tres.
Así es como funciona el mundo,
ahora él solo piensa en mí"
Sofia fue trasladada a una habitación privada, la policía se encargaba de su seguridad hasta que Mario envió a seguridad privada en la que podían confiar. La chica no comió aquel día y solo bebió agua mientras Franco amamantaba pegado a su pecho. Cuando cerraba los ojos solo veía los ojos sin vida de Ivano y la sangre caliente de Jack sobre ella. El medico decidió darle un calmante para que descansara y así lo hizo.
El segundo día despertó con el sonido de los tacones de su madre. La mujer sonríe caminando hacia ella. Franco estaba aun entre sus brazos, el pequeño se despertaba cada hora para comer o cambiar sus pañales. Aun así, no creía capaz de alejarse de él. Mucho menos cuando lo querían muerto.
- Hola, cariño... pensé que aun estarías durmiendo- sonríe viéndola- ¿Cómo está mi nieto?
- Se llama Franco- responde ella viéndola, acariciando la mejilla del bebe- ¿quieres cargarlo?
- Claro- sonríe caminando hacia ella
Sofia se lo da con cuidado y ella sonríe enternecida meciendo al pequeño que se queja moviendo sus pies.
- Es muy bonito- ríe su madre- supongo que se parece a Massimo
- Es un bebe mamá no se parece a nadie - responde ella abrazando su vientre
- Sofia- suspira- se que la pasaste mal
- Mataron a un jodido hombre porque se lanzó sobre mí y por eso estoy hablando contigo ¡No me digas como jodida mierda deba sentirme! - responde seria – Ivano tuvo que hacer resistencia en un jodido pasillo veinticinco impactos de bala recibieron así que no me digas como debo sentirme.
- Era su jodido trabajo- responde Michelle seria- ellos sabían que en algún momento debían dar su vida por ello. No actúes como una niñita.
Franco comienza a moverse inquieto en los brazos de su abuela.
- Cuando alguien muera para protegerte me hablas- dice ella- dame a mi hijo, le incomodas
