Wacho Atrevido- Mateo Palacios

°Capítulo 30°

Narra Mateo:

Abro mis ojos despacio y siento un peso en mi brazo. Sonrío al verla acurrucada y con su cabeza escondida en mi cuello.

Corro un poco mi cabeza para mirarla mejor, saco un mechón de pelo de su cara, dejándolo detrás de su oreja.

Me acerco y empiezo a dejar besos en su cara. Se remueve y abre de a poco los ojos y sonríe.

—Buenas tardes—. Frunce el ceño.

—Buenas tardes? Qué hora es?—.

Me giro y miro la hora en mi celular.

—Las doce y cuarto—.

—Que!? Norma nos va a matar—. Se sienta rápido en la cama.

—Uy si. Dale dale apurate—. Apoyo mi cabeza sobre mi mano y la miro.

—Vos también levantate—. Me río.

—Amor es sábado—.

Se queda pensando y después cierra los ojos asintiendo.

—Estoy re mareada con los días boludo—.

La agarro del brazo y hago que se acueste encima mío. Empiezo a dejar varios picos en su boca y ella me hace mimos en el pelo.

Se acuesta en mi pecho y me abraza por la cintura.

—Hace frío—. Mueve un poco sus caderas.

—Uhm.. no te muevas así wacha—.

—Como?—. Se vuelve a mover y me mira.

—Aa listo, yo te avisé—.

La agarro de los muslos y la acomodo sobre mi entrepierna. Ella apoya sus manos a los costados de mi cabeza y empieza a moverse encima de mi bulto.

La miro y me muerdo el labio, colocando mis manos en su cintura. Se agacha y amaga con darme un beso.

—Eeesssa.. tengo hambre amor—. Hace un puchero.

—Bueno, vamos a desayunar—.

Se está por levantar pero la freno.

—E e e e. Que hacemo'?—.

Se ríe y vuelve a acomodarse encima mío. Empieza a besarme y bueno..tuvimos un mañanero.

(...)

Estamos en la cocina tomando mates con mi viejo.

Bloqueo mi celular y la miro.

—Amor—. Hace un gesto para que siga.—Me dijo Cami que Lola hace una juntada a la noche, vamos?—.

—Dale, justo mi hermano me avisó también—. Asiento.

—Vos que onda pa? Que haces hoy?—.

—Ahora viene Emi un rato—. Me pasa el mate. —Pero a la tarde se va porque tiene un quince a la noche—.

—Si, van a ir para mi casa a prepararse todos juntos—. Habla mi novia.

—Hacen todo juntos esos pendejos—. Sonríe mi viejo.