°Capítulo 48°

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Narra Siomara:

Salí del cuartito y busqué a Norma rápido con la mirada, pero no estaba por ninguna parte.

Mi otra opción era preguntarle a Mateo si sabía en dónde estaba, pero después de hacerme la linda y perder la poca dignidad que me quedaba, ni a palo me acercaba a hablarle.

Llegué a la parada y justo estaba mi hermano esperándome. Subí al auto, lo saludé y puse música mientras íbamos para mi casa.

No dejaba de pensar en ese roce de labios con el morocho. No sé de dónde saqué esa "valentía" para darle ese.. casi beso.

Estaba un poco enojada, por cómo me miró cuando nos abrazamos con Mauro. Y también porque me di cuenta que se olvidó de mi cumpleaños.

Dios..me siento una nena chiquita pensando esas cosas.

Y la cabeza me terminó de jugar en contra cuando lo vi muy sonriente con Fernanda. No pude evitar ponerme celosa y creer que él ya podía estar como si nada re en la suya. 

Y lo de recién.. Su cercanía, sus rulitos mojados y sus labios rojos, me estaban matando. Y ver cómo los humedeció mientras me miraba, me terminó de provocar.

Al verlo cerca de esa chica, necesitaba comprobar si al menos le provocaba algo o, el hecho de que me haya dejado de hablar ésta semana, era porque ya no me quería.

Acercarme y ver que ni se movió, me terminó de romper por dentro. Pero yo no podía hacer nada.. Al parecer él ya eligió lo que iba a pasar entre nosotros y decidió que sea, no estar juntos.

Admito que tengo una gran angustia en el pecho, pero sólo me queda aceptar y seguir. Nada es para siempre y llorar por alguien que no vale la pena, es algo que no me voy a volver a permitir.

—Y después vamos para allá—. La voz de mi hermano me saca de mis pensamientos y lo miro.

—Eh?—.

—Que mañana cuando se vayan todos, nos vamos para el boliche—.

—Bueno—.

—Pero dale Siomi, tenés que salir. Siempre me decís que no, hacelo por tus cumpleaños aunque sea—.

—Te dije que si—.

—Aaa—. Se ríe. —Perdon..pasa que siempre me decís que no—.

•••

Sábado 23:21 hs.

Todos mis parientes se fueron hace una hora y sólo quedamos mi hermano, Lola y yo en la casa.

Mis papás salieron hace un rato. Iban a comer con unos amigos y Bauti se fue a la casa de los amigos también.

Me tiré en el sillón y prendí la tele buscando Netflix mientras comía un pedazo de torta. 

—No no no—. Mi cuñada me saca el control y apaga la tele. —Vos te vas a ir a bañar y vamos a ir al baile—.

—No..hace frío—. Me acurruco entre los almohadones.

—No importa. Dale, dijiste que íbamos a ir..no seas mala cuña—. Hace ojitos y yo suspiro.

—Boluda, no sé qué ponerme para ir a un boliche—.

—Yo me encargo de eso—.

Me agarra la mano haciendo que me levante y subimos a mi habitación.

—Ponete esto, esto, esto y...esto—. Me pasa todas las prendas de ropa, un cinto y las zapatillas.

—Y esta pollera?—.

—Mi regalito—. Me sonríe y guiña el ojo. —Andá a bañarte dale—.

Estiro un poco mi cuerpo y entro a bañarme, después de quince minutos salgo y me cambio.

Seco mi pelo, lo plancho y me maquilla un poco la cara

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Seco mi pelo, lo plancho y me maquilla un poco la cara.

—Pasa—. Digo al escuchar que golpean la puerta.

—Estás hermosa—. Me sonríe Arón y yo me levanto a abrazarlo.

—Gracias, vos estás re fachero—. Levanto mi cabeza para mirarlo y sonreímos. —Vení—. Lo agarro de la mano y nos paramos en frente del espejo grande que tengo al lado de mi ventana.

Hicimos un boomerang, puse "Se festejan esos 22 💋" y lo etiqueté para subirlo de historia.

—Amor te falta mucho?—. Golpea la puerta del baño mi hermano.

—Listo—. Sale sonriendo mi cuñada.

—Mara nosotros nos quedamos —. Dice mirándola de arriba a bajo.

—Dale tarado—. Le pega en el hombro riendo.

—Pediste el uber?—. Pregunto y él niega.

—No sabía si les faltaba mucho, ahora llamo—.

Ya eran la 1:20 hs. El auto llegó después de unos diez minutos y salimos de la casa.

Llegamos al boliche y cuando entramos, le agarré la mano a Lola que  tenía su brazo entrelazado con el de mi hermano.

Llegamos a la barra y pedimos fernet. Tomamos un poco mientras decíamos algunas boludeces, hasta que empezaron a pasar buena música y nos adentramos más a la pista para bailar.

—Perrea wacha.. Disfruta dale—. Dice Lola en mi oído.

Sabe que no es un ambiente al que me guste mucho venir, pero tiene razón.

Sonrío y asiento. Tengo que empezaron a disfrutar más, no pensar en todo y olvidarme un poco de las cosas.

———

Yo creo que estaría piola conocer a Siomi en pedo..

Wacho Atrevido- Mateo Palacios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora