Logré saber donde estaba gracias al gps de mi celular. Estaba bastante lejos de la casa de mis amigos, Ochako debía estar muy preocupada. Metí la mano en mi bolsillo y note que todavía tenía el dinero, así que caminé varias calles en busca de un taxi. Pero al pasar, la gente me miraba y se ponía a susurrar cosas, aunque no entendía el porqué.
Después de varios minutos por fin logre parar un taxi, le di la dirección y por fin me alivie al saber que podría volver a casa de mis amigos. Pero el taxista de vez en cuando me miraba de manera muy rara. Al llegar le pague y bajé del taxi para poder entrar a la casa y descansar un poco.
Apenas crucé la puerta Ochako se abalanzo sobre mi dándome un fuerte abrazo.
—Izuku, ¿donde estabas? Estaba muy preocupada por ti, no contestabas las llamadas. –de a poco se fue separando de mi– Pensé que... ¡¿Izuku que son esas marcas?!
La miré confundido y ella rápidamente se fue en busca de algo, que resultó ser un espejo, al ponerlo frente a mi me sorprendí. Y por fin comprendí el porqué de las miradas raras y susurros cada vez que alguien me miraba. En mi cuello había multiples marcas de mordidas, agregando que al ser mi camiseta en cuello v se notaba que había muchas más. Los colores se me subieron al rostro y lo cubrí con mis manos mientras me agachaba pegando mi pecho a mis rodillas. Maldito Katsuki, me había hechos muchas marcas bastante visibles.
—Izuku, ¿con quien estabas? ¿Estas bien?
—Yo... –descubri un poco mi rostro y vi a Ochako frente a mi a mi altura– S-sali a beber con B-bakugou, bebí de más y bueno... N-no creo que sea n-necesario decir lo demás.
Mi amiga suspiró y volvió a pararse tendiéndome una mano, la cual tomé.
—Sabes de su reputación, ¡¿como es que fuiste tan ingenuo?!
Me sentí como un niño regañado por su madre y sólo pude mirar hacia el suelo.
—T-tampoco es que haya hecho algo tan malo, sólo pasó y ya. –no entendía porque tanto alboroto.
—Pero Izuku, él sólo usa a las personas por una noche y luego se olvida de ellas, sólo serás uno más para él.
Me sentí mal por su comentario y simplemente agache mi cabeza, no necesitaba recordarmelo, lo sabia a la perfección.
—Me iré a dormir unas horas, estoy cansado, ya luego hablaremos Ochako. –simplemente me dirigí a la que era temporalmente mi habitación y me recoste estirando mis brazos– Sé que sólo soy uno más en su cama, ¿por qué me lo tenía que recordar así?
Tapé mi rostro con mi brazo y me dormí. Luego tendría tiempo para pensar en eso.
Me desperté por el molesto sonido de mi celular, ¿quien molestaba ahora?
—¿Si?
—¿Midoriya-sensei? Habla la secretaria del director, llamo para consultarle si ya tiene los exámenes en borrador para mediados de curso, necesitamos verlos para ver si el rendimiento académico avanza correctamente.
—Oh, si, los tengo. –pase mi mano por mi rostro intentando no volver a dormirme– Olvidé entregarlos, ¿podría entregarlos el lunes antes de clases? Estoy algo ocupado en este momento.
Maldita sea, déjeme dormir.
—Espere que lo consulte, –sentía que volvería a dormirme en cualquier momento– está bien, puede hacer eso, pero es la fecha límite.
—Entiendo, lo entregaré el lunes entonces.
Luego de eso corté la llamada y me acomode para seguir durmiendo, me sentía muy cansado y el cuerpo me dolía horrores. Maldito Katsuki, había sido un maldito animal con mi cuerpo.
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El gruñón de mi abogado
FanficIzuku es un joven de apenas 25 años que quiere empezar desde cero. Pero para eso necesita contratar a un abogado. Su mejor amiga Uraraka le recomienda al mejor de toda la ciudad, lo que él no sabe es que él sera todo menos lo que esperaba. -Si sos u...