Pov Katsuki
El primer día, no habíamos encontrado ninguna puta pista del paradero de Deku y el bastardo de Todoroki. El doctor sólo había confesado que un mes atrás una pelinegra se le había acercado en el hospital a pedirle un "favor", que resultaba ser dejar notas en la casa de una persona con mensajes específicos y luego ayudar a escapar a una persona que trasladarían al hospital, que cuando supo quien sería se negó. Pero le había prometido mucho dinero y resolver un problema que tenia hace años, sólo ahí había aceptado.
Ahora sabían quien era la persona que dejaba las notas. Pero él no sabía donde estaba el bastardo.
Al revisar los registros de visita de la cárcel habían notado que la perra de Yaoyorozu había ido varias veces a visitar a su amante. Pero que nunca había ingresado nada sospechoso al lugar.
Obviamente el doctor había ido a prisión de inmediato al dejar escapar una persona de alto riesgo y el hospital inmediatamente había revocado su licencia médica.
Yaoyorozu estaba en custodia y la interrogarían al día siguiente. Pero desde el principio parecía que no iba a hablar ni una sola palabra.
Segundo día, había insistido miles de veces al idiota de Kirishima que me dejara hablar con la zorra pelinegra, hasta lo había amenazado y seguía negándose. Pero todo cambió cuando el rubio apareció llorando suplicándole que me dejara hacerlo, aunque sea unos minutos. Notaba a Kaminari muy angustiado y se sentía culpable de haber dejado que se llevaran a Deku y no poder hacer nada.
Así que ahora me encontraba sentado frente a Yaoyorozu, quien ni siquiera me miraba y hacia de cuenta que yo no estaba ahí, eso, hasta que golpee la mesa.
—¿Donde está? –me miró unos segundos y volvió a apartar la mirada– Te pregunté, que dónde está.
—No sé de que hablas. –se cruzó de brazos y se acomodó mejor en su silla.
—Si sabes de qué hablo, te estoy preguntando donde está el hijo de puta de Todoroki. –la maldita estaba poniendo mi paciencia a prueba.
—No tengo idea, pero no creo tenerlo en mi bolsillo, mala suerte para ti. –sonrió y me miró de soslayo.
—¿Crees que ésto es un puto juego? –quería golpearla, aunque no estuviera en mis principios golpear mujeres.
Volvió a quedarse en silencio y me desesperé, quien sabe que estaría haciéndole el bastardo en estos momentos a Deku.
—¡Habla de una maldita vez! –volvio a mirarme pero siguió en silencio– ¿Por qué arriesgas tanto por un maldito imbécil como Todoroki?
—Tu no lo entiendes en absoluto, nadie puede.
—Por supuesto que no lo entiendo, yo estoy bien de la cabeza, a diferencia de él. –mi comentario pareció molestarle porque fruncio el ceño.
—Alguien como tú, que tiene todo lo que quiere sin ningún esfuerzo no tiene el derecho de hablar así sobre él, quien tuvo que esforzarse mucho en llegar a donde estaba y todo se vino abajo por tu culpa y la del maldito peli verde ese con quien te revuelcas. –¿de qué mierda hablaba?
—No sé que mierda te habrá dicho, pero yo tuve que esforzarme para llegar a donde estoy, –me miró confundida– mi familia es de clase media, tuve que trabajar mucho para pagar mi carrera y tener lo que tengo. Lo que el imbécil envidia de mi no es lo que tengo, sino los arrastrados que se acercan a mi. El jamás tuvo que esforzarse en nada, todo se lo dieron en bandeja de oro.
—¡No es verdad! –se levantó golpeando la mesa y vi en su mirada enojo– Su padre no lo aceptaba, tuvo que trabajar duro en sus estudios para que lo reconociera y poder quedarse con su puesto.
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El gruñón de mi abogado
FanficIzuku es un joven de apenas 25 años que quiere empezar desde cero. Pero para eso necesita contratar a un abogado. Su mejor amiga Uraraka le recomienda al mejor de toda la ciudad, lo que él no sabe es que él sera todo menos lo que esperaba. -Si sos u...