Twenty-Two

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No pude dormir muy, después de todo, la incertidumbre de si alguien aparecía era bastante persistente. Bajo mis ojos había unas ojeras bastantes marcadas y me costaba mantenerme despierto, pero si me dormía en este momento terminaría faltando al trabajo y no podía, si soportaba hoy, luego podría descansar.

Ésta vez no caminé, tomé un taxi hasta el instituto, caminar solo no seria buena idea.

En las clases me confundí muchas veces mientras explicaba, algo no muy propio de mi. Olvidé pasar lista, una alumna tuvo que recordármelo.

En la hora de almuerzo los cuatro de siempre se me habían acercado, como pasaba todos los días. Acepté, pero no comí nada, sólo me apoye sobre el escritorio, quizás podría descansar bien un momento, con alguien cerca mío.

Pov omnisciente

Los cuatro alumnos miraban sorprendidos a su profesor dormir con sus brazos y cabeza apoyados al escritorio.

—Oigan, ¿no les parece que sensei está muy raro hoy? –el castaño de nombre Yuu les habló a sus amigos.

—Si con raro te refieres a que cometió muchos errores en clase y que hasta el idiota de Makoto logró corregirlo, pues si, está raro. –Yamikumo, el azabache, parecía bastante preocupado.

—¡Oye! –Makoto no estaba feliz con el comentario, pero igualmente estaba de acuerdo.

—Oigan, chicos, ¿eso que suena es su celular? –Naomi estiró su brazo hacia el maletín del peli verde pero fue detenida por Yamikumo quien negó– Pero... ¿y si es algo importante?

—Volveran a llamar, no debes tocar cosas que no te pertenecen Naomi. –la única chica del grupo de amigos pareció decaída, pero asintió.

—¡Oh! –Makoto aún comía despreocupada mente cuando captó la atención de sus amigos, les mostró el celular y en la pantalla se veía una llamada entrante– Creo que ya sabemos quien llamó a sensei.

Atendió la llamada y al instante apretó el icono del altavoz dejando escuchar uno voz bastante conocida para él.

—Oye mocoso, ¿el idiota de Deku fue a trabajar?

—¿Izuku-sensei? Pues si. –a todos les extrañó la pregunta, ¿por qué no iría a trabajar su profesor?

¿Esta ahí contigo?

—Si, mis amigos y yo almorzamos con él todos los días, ¿que sucede Katsu-nii?

Hasta el calmado Yamikumo esperaba impaciente a la respuesta a esa pregunta. A todos les preocupaba mucho su cariñoso profesor, era la primera vez que se comportaba de esa manera.

—Luego te cuento, pasale el maldito celular, necesito hablar con él.

Eso no va a ser posible Katsu-nii...

¿Y por qué mierdas no? Sólo tienes que darle el puto celular.

—Porque sensei esta dormido, cayó rendido apenas terminó la clase. –no escucharon ninguna clase de respuesta por unos segundos.

—Maldición, así que por eso no atendió su celular. Escuchen, traten de no quitarle la vista de encima lo más que puedan.

—¿Que es lo que le pasa a Izuku-sensei? –esta vez fue Naomi quien habló, por su voz se le notaba muy nerviosa– Ha estado muy raro hoy y tiene unas ojeras enormes, nunca antes había pasado ésto.

—Es verdad Katsu-nii, nunca lo habíamos visto comportarse así.

Escuchen atentamente, Deku está bajo mucho estrés en este momento y por lo que me dicen no lo esta sobrellevando muy bien que digamos, –ninguno habló, en espera a lo siguiente que les diría Katsuki– se que Izuku va a querer golpearme cuando se entere lo que les voy a decir, pero sé que suelen saltarse clases, necesito que lo hagan en lo que resta del día y lo vigilen muy de cerca, cualquier cosa que noten, me avisan.

El gruñón de mi abogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora