Sólo habían pasado cinco malditos días y ya no lo soportaba, no soy alguien que ame el encierro, es más, extraño a mis alumnos. El no poder respirar aire fresco se me hacia sofocante. Según Katsuki, estaba exagerando. Según yo, él la tenia fácil, ya que el señor si podía salir a todo el puto lugar que se le viniera en gana mientras yo tengo que estar en esta maldita situación de mierda de la cuál no sabían hasta cuando seria. Okay, puede que esto me esté afectando demasiado y se me estuviera contagiando el vocabulario y sarcasmo de Kacchan.
—Izuku, ¿quieres que encargue algo dulce para que tomemos con el café mientras vemos series? –en este momento me encontraba con Denki, se había vuelto una compañía irreemplazable.
Venia todos los días temprano, pasaba el día conmigo y cuando Katsuki regresaba volvía a su casa. Le había pedido perdón por privarlo de pasar tiempo con su pareja pero él le había quitado importancia al tema diciendo que Kirishima no estaba durante el día en su casa y los días que si, eran los fines de semanas cuando Katsuki no debía salir a ningún lado.
—Claro, algo con mousse de chocolate, por favor. –por lo general pagábamos todo a medias, aunque a veces Kacchan nos dejaba pagar con su dinero, el cuál no le acepte al principio.
—Por eso nos llevamos bien Izuku, tenemos gustos muy similares, entonces... –comenzo a ver las opciones en su celular de a una– ¿que te parecen estos? Lucen deliciosos y dicen que son de chocolate semi amargo. –me mostró y eran unos postres por porción con base de galleta, mousse de chocolate y un baño leve de chocolate.
—Oh, son perfectos entonces.
—Entonces estos serán, encargaré cuatro, por si las dudas. –me sonrió y volvió la vista a su celular.
El rubio era una excelente persona con quien pasar el tiempo, no lograba aburrirme cuando él estaba conmigo y siempre teníamos algo sobre que hablar. Obviamente eso no quería decir que me aburriera con Katsuki, con él podíamos pasar tiempo sin hacer nada que estábamos a gusto, me había acostumbrado por completo en estos días a su forma de ser. Su manía sobre el sexo había disminuido considerablemente siendo tanto así que en estos cinco días habíamos tenido sexo sólo dos veces, lo notaba un tanto alterado. Tal vez, el no poder pasar tiempo en su apartamento, en la comodidad de su hogar acostumbrada. Puede que se este forzando a pasar todos los días aquí, por mi bien.
—Denki, –me había acostumbrado en estos pocos días a llamarlo por su nombre, él me dedicó un simple "hmm" sin despegar la vista de su celular– ¿crees que Katsuki se esté forzando a quedarse aquí por las muchas veces que dije que tengo miedo?
Dejo su celular de lado y me vio algo confundido.
—Izuku, dejame decirte que de los tantos años que conozco a Bakugou, él jamás ha hecho algo que no quisiera, es más, estoy 100% seguro que no lo haría. Pero... ¿por qué me preguntas eso?
—Es que... Lo eh notado distraído, algo distante y en estos meses nunca había pasado, tal vez no esta feliz de pasar su tiempo aquí conmigo sin poder regresar a su apartamento.
Dudó unos minutos y suspiró. —Se supone que no debería decirte, no se la razón, pero me prohibió hacerlo, pero no voy a ocultártelo.
—¿Sucede algo malo? –me senté a su lado y esperé a que volviera a hablar.
—Bakugou está de alguna manera ayudando a Eijirou para descubrir quien viene a dejarte esas notas, quizás sólo está algo cansado Izuku, ya no pienses en esas cosas.
Lo pensé unos segundos y me levanté a buscar mi celular, necesitaba hablar con él.
—Izuku, no le dirás lo que acabo de contarte, ¿verdad? Bakugou me asesinara si se entera. –el rubio estaba ya a mi lado haciendo una seña con sus manos de súplica.
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El gruñón de mi abogado
FanficIzuku es un joven de apenas 25 años que quiere empezar desde cero. Pero para eso necesita contratar a un abogado. Su mejor amiga Uraraka le recomienda al mejor de toda la ciudad, lo que él no sabe es que él sera todo menos lo que esperaba. -Si sos u...