POV Poché.
Bep bep bep, bep bep beb.
Maldita alarma por qué tienes que existir, me doy la media vuelta y de un manotazo la apago.
Y aquí estoy, como otro día.. lamentando el hecho de haber despertado con vida. Si me lo preguntan, quisiera estar muerta, desde hace mucho tiempo que la vida dejó de tener sentido para mi, sólo espero el día en que por fin se acabe, y así poder librarme de este calvario.
Mi vida es una total y completa mierda.
- María José, baja a desayunar. - Me grita mi madre.
Así que antes de que entre a mi habitación, decido acomodarme con cualquier cosa que encuentro en mi armario, mi apariencia nunca me ha importado, mucho menos lo hará ahora.
Justo hoy, empiezo en un nuevo instituto, ya que fui echada del último en el que estuve, esta seria mi segunda vez cursando el último año.
Bajo rápidamente a la cocina encontrándome desgraciadamente a mis padres, lo que significa que me van a dar uno de sus discursos estúpidos que obviamente ignoro.
Mi relación con mis padres ni siquiera debería considerarse una relación, es miserable.. para mis padres, su única hija es Valentina, mi hermana, o como mejor le llamo, la señorita perfecta. Siempre me viven comparando con ella, diciéndome que sea como ella, que actúe como ella.. todo lo que hago yo, está mal.. pero todo lo que hace mi hermana, está bien. Ya estoy acostumbrada a vivir así.. es una mierda, lo sé... pero no puedo hacer nada más.
- Buenos días. - Me dicen ambos apenas entro a la cocina.
- Que tienen de buenos? - Les respondo honestamente rodando los ojos.
- No sé cuando piensas cambiar esa actitud tan desagradable que tienes con nosotros, no nos merecemos esto. - Dice mi madre, indignada.
- Tu madre tiene razón, ya me tienes cansado María José, no entiendo que te cuesta ser como tu hermana, ella mientras vivió en esta casa, nunca nos habló de esa manera. - Y aquí vamos de nuevo, con el mismo discurso barato de todos los días.
- Lo siento por no ser como tu otra hija de perfecta, me tocó ser la decepción, no todos obtenemos lo que queremos. - Le digo y les otorgo una sonrisa falsa, como todas las que les doy.
- Como sea.. espero y tu conducta mejore en este nuevo instituto, porque si te vuelven a echar, se me va a olvidar que eres mi hija, y te vas a ir de la casa, y verás como sobrevives por tu cuenta. - Me dice amenazante, me muerdo la mejilla para contener mis ganas de decirle algo más a mi padre, como si yo tuviera la culpa de los problemas que ocurrieron en mi ex instituto.
Para resumir, me cuesta mucho prestar atención en las clases, además que mis "compañeros" me hacían bullying, se burlaban de eso, de mi apariencia física, y me decían rarita por ser lesbiana, porque sí.. lo soy, otra razón más por la cuál mis padres me recriminan constantemente. Tomo una respiración antes de darle una respuesta a mi padre.
- Al diablo con tus estúpidas amenazas, te prometo que dentro de poco, no me vas a tener más por aquí.. y ya me voy, se hace tarde. - Digo y me levanto de la mesa para salir de la casa.
- María José, no tomaste el desayuno. - Me grita mi madre, como si verdaderamente le importara si como o no.
- No me importa, no tengo hambre. - Le grito de vuelta y salgo rápidamente de la casa.
Contengo las ganas de llorar, todo esto es tan difícil, yo no debería estar pasando por esto a tan corta edad. Resisto las putas ganas que tengo de cortarme, esto pasa cada vez que ellos 2 me hablan y me dicen todas esas mierdas, que por más que quiera que no me afecten, me terminan afectando.. supongo que es el precio que debes pagar por ser la hija no deseada. Es una total y completa mierda.
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Resilience
Fanfic" Y después de la tormenta, siempre sale el sol" Una frase que María José lleva escuchando toda su vida, pero.. ¿Cómo puede creer en ella si en su vida siempre hay una constante tormenta y nunca sale el sol? No tiene motivos para sonreír, para ella...