Capítulo 9

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POV Poché.

Despertar en sus brazos.

La mejor sensación que he vivido en mis 18 cortos años de mi vida.

No sabía lo mal que había dormido antes hasta el día de hoy, definitivamente amaría despertar de esta manera todas las mañanas.

La seguridad que siento en los brazos de Daniela, nunca la he sentido con nadie más, y es tan reconfortante, me hace sentir paz.

Me volteo delicadamente para quedar frente a Daniela, me pongo a apreciar cada detalle de su cara, es tan perfecta.... sus cejas están perfectamente delineadas, sus pestañas.. su respiración acompasada, con una tranquilidad que se puede sentir a pies de distancia.. y sus labios, tan perfectos, tan..... apetecibles.

Mentiría si dijera que no tengo una ligera curiosidad por probarlos, definitivamente sus besos deben sentirse muy bien.

Pero es evidente que nunca podré confirmar eso, la profesora Daniela tiene a su novio, él es el hombre ideal para ella, ambos se complementan y hacen la pareja perfecta.

Tampoco es como si la profesora fuera bisexual, ella es hetero y por supuesto que jamás se metería con una alumna.

Acaricio delicadamente su mejilla, sintiendo la contextura de su suave piel en la palma de mis manos.

Creo que estoy empezando a sentir un amor por la profesora Daniela que no es correcto, pero me resulta inevitable no sentirlo.

- Ojalá todo fuera diferente. - Digo en un susurro acariciando por última vez su mejilla.

Me levanto con cuidado de no despertarla, la quiero sorprender preparándole un desayuno.

Me dirijo cuidadosamente a la cocina, sin querer hacer mayor ruido, cuando llego rebusco en todas las alacenas en busca de los ingredientes que quiero para preparar las cosas.

Unos waffles con tocino y huevos, y por supuesto que café, no puede faltar en el desayuno.

Espero que Daniela no se moleste por el atrevimiento que me estoy tomando al usar su cocina preparando un desayuno.

Luego de 20 min, ya están los últimos waffles en la máquina, los huevos y el tocino están listos, y el café está terminado.

Mientras espero que se terminen los waffles, chismoseo un poco los rincones del departamento, observo las pocas fotos que tiene, en unas sale con su familia, y ahora que me fijo bien, la niña con la que la vi hace algunos días, no es su hija, si no su hermanita.

Y yo que ya la visualizaba con familia propia.

Tiene otras fotos con Felipe, viéndose lo más felices posibles.. sigo viendo hasta que llego a una foto que llama particularmente mi atención.

Es Daniela, con su familia.. y justo al lado, salen 2 personas más... no tengo idea de quiénes son, pero por algún motivo, se me hacen muy familiares.. no sé dónde he visto antes sus rostros.

- Qué es eso tan delicioso que huele. - Dice Daniela desde el pasillo, asustándome, consiguiendo así que suelte la foto y caiga al piso.

- Danie-ela. - Digo apenada viendo el desastre de vidrios rotos en el piso, me arrodillo a intentar recogerlos

- No María José! - Se arrodilla junto conmigo, evitando que recoja los vidrios. - Te puedes lastimar si recoges los vidrios así, levántate.. yo voy a buscar una escoba para recogerlos. - Ella se levanta y me tiende su mano, yo la agarro, llegando así la corriente entre nuestras manos, y sé que ella también lo está sintiendo porque se sonroja.

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