Capítulo 10: Te echaré de menos

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 —Hoy es mi último día en el hospital —me dice Drew, pero estoy tan concentrada en mis propios pensamientos que no le presto atención.

—Me alegro mucho por ti —le digo sin pestañear.

—¿Me has escuchado? —me pregunta—. ¿O estás demasiado distraída pensando en él? —me dice con una sonrisa traviesa.

—¿Qué? ¡No! —digo por impulso—. No pensaba en tu hermano. Ahora mismo, estaba pensando en... en... —digo titubeante intentando buscar una excusa, pero Drew me interrumpe.

—¿Sabías que mientes muy mal? —me responde con una amplia sonrisa.

—Soy pésima cuando me quedo bloqueada —termino contagiándome del buen humor que hay esta mañana. Casi soy capaz por unos momentos de olvidarme de todo, hasta de dejar de pensar que estoy en el hospital y que no puedo andar—. Estarás contento, ¿no?

—¡Por fin vuelves a la tierra! —dice riendo a carcajadas, pero se detiene y pasa a mostrar una expresión de mayor seriedad—. Es cierto que algunos días han sido insoportables, pero tampoco me puedo quejar, y debo confesar que los mejores días... Se encuentran a tu lado.

—Es precioso lo que acabas de decir —aun con la seriedad con la que lo ha dicho, me cuesta creer que lo siento de verdad.

—No lo digo para quedar bien, solo digo lo que siento... —dice y le veo ligeramente avergonzado—. Y desde que llegaste a mi vida me diste un motivo más para ser feliz.

—Nunca lo habría adivinado —digo—. La gente no acostumbra a recordarme.

—Eso es lo que piensas, pero seguramente hay quien piensa en ti y le importas, aunque no lo sepas —dice—. No es necesario decirlo para saber que les importas.

—Echaré de menos tu forma de ser, de hablar... —afirmo mientras sé que detrás de estas palabras que reflejan una bonita confianza hay tristeza.

—Te echaré de menos, Elise —dice y me esfuerzo por sonreír, pero no lo consigo—. Echaré de menos verte dormir y despertar cada mañana. Has sido la mejor compañera de habitación que hubiese podido imaginar... —ignoro lo último que ha dicho.

—¿Cómo es posible que te pudieses fijar en ello? —no puedo evitar sentirme un poco avergonzada a la par que asombrada de que se fije en los pequeños detalles, que pocas personas logran ver.

—Cada día —confiesa—. ¿Por qué pensabas que me despertaba tan temprano? —pregunta.

—Quizás querías aprovechar el día desde el primer minuto... —digo aun sabiendo la respuesta.

—Quería verte despertar —sus palabras me dejan ligeramente mareada, ni siquiera en mis mejores sueños alguien me diría algo tan sincero como lo que Drew me acaba de decir con todo el corazón.

—Vaya, veo que hoy eres tú el filosófico —intento bromear, pero detrás de todo esto cada vez entreveo más emociones escondidas.

—No te rías, si no quieres oír lo que siento no me escuches —dice y percibo que está molesto.

—Perdóname, no lo he dicho con mala intención —admito, arrepentida.

—No hay nada que perdonar, porque sé que no lo haces con mala intención —dice volviendo a sonreír—. Es por eso que me da igual lo que me digas, mientras me hables.

Después de la conversación no sé qué decir. Me quedo observando su ir y venir en diferentes direcciones mientras recoge la ropa del armario y la dobla para guardarla en la maleta, siempre en el más absoluto silencio.

365 días para cambiar (Vuelta a Wattpad por tiempo indefinido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora