Está bien. Él estaba bien.
No pude evitar abrazarlo cuando lo tuve de frente y lo vi de pie, en una pieza. Enterré mi cara en su cuello; abrazándolo, abrazando su aroma, abrazando la idea de que estaba bien y Nico solamente me había mentido.
Los brazos de él permanecieron estáticos a sus costados, pero cuando recayó de vuelta en la realidad me envolvió la cintura por completo con ellos. Apretándome más contra él.
«Está bien. Él estaba bien.»
No podía sentirme más relajada, mis músculos destensándose cuando Blake me acaricio el cabello. Todo el camino fue una tortura, me imaginaba la peor de las situaciones. Obviamente a esta hora no había autobuses y tuve que caminar/correr para llegar cuando no conseguí un taxi.
Mi madre al escuchar mis gritos, salió de su habitación y me vio alistándome para salir. Solo le dije que tenía que salir por una emergencia e intentó detenerme pero no me importaba nada que no fuera saber si Blake estaba bien.
Tanto fue mi prisa que solo logre colocarme los zapatos y mi chaqueta, y de tomar mi abrigo del perchero antes de cruzar la puerta. Al menos no erre al traerlo pues a medio camino la temperatura descendió y aligeraba el frio que sentía en las piernas cubiertas simplemente por unos pantalones de algodón.
Temblé un poco entre sus brazos, no sé si por la ráfaga de aire frio o ante la idea de perderlo de nuevo, pero ahora, definitivamente. Al ver la reacción de mi cuerpo se separó de mí lo suficiente para verme a la cara.
—¿Qué sucede? ¿Qué haces aquí? —preguntó limpiando una de las lágrimas que tenía guardando desde que Nico me llamo.
Ese idiota.
Termine de separarme de Blake y mire sobre su hombro al infeliz. Nico tenía una sonrisa de disculpas en su cara, estaba mal de la cabeza si creía que eso iba a solucionar que me mintiera de la peor manera posible.
Paso fugazmente la idea de que haya sido plan de los dos, no solo de Nico.
—¿Tú lo sabias? —le pregunte a Blake, sin dejar de ver a Nico.
Claro está que él no pensó que la preguntara fuera para él, así que Nico negó con la cabeza.
Termine la distancia entre Nico y yo, y le solté una bofetada antes de explotar.
—¡¿Cómo te atreviste a hacerme algo como esto?! —inquiero molesta—. ¡En tu vida vuelvas a hacerme algo así! ¡No se juega con cosas tan serias, Nicolás!
No lo había golpeado con demasiada fuerza, sin embargo, tenía la certeza que le había provocado algo de dolor, la cara aun le dolía por los golpes de Bruno.
—Perdón. Era necesario.
—¿De qué están hablando? —pregunto Blake tomándome de la cintura para alejarme de Nico, me removí bruscamente de su agarre. Él no tenía la culpa pero seguía molesta por lo que paso.
Eran contradictorias mis acciones, tomando en cuenta que hace unos minutos lo abrazaba como si mi vida dependiera de ello y ahora no quería que ni me tocara.
—El imbécil de tu mejor amigo me llamo hace una hora diciéndome que te habían golpeado y no reaccionabas, por eso estoy aquí. —si las miradas mataran Nico ya estaría tres metros bajo tierra.
—¿Qué tú hiciste qué? —pregunta Blake, incrédulo—. ¿Por qué mierdas hiciste eso? Sabes lo peligroso que es que ella venga hasta acá sola y de noche, y peor aún con este clima.
Su comentario me molesto. —Soy capaz de andar sola por la calle por mi cuenta, Blake.
—No empieces con eso —pidió, girando su cuerpo en mi dirección.
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Segunda Oportunidad (TERMINADA)
General Fiction"Ambos se conocieron en el peor momento de sus vidas pero fue solo por eso que encontraron un soporte el uno en el otro desde ese instante". La vida nos tiene muchas sorpresas, quizás alguna vez nos hemos preguntado exactamente eso: ¿Qué sorpresas h...