Cuando vi una lagrima resbalando por su mejilla quise acercarme, pero me abstuve.
—Me odio por lo que te hice. Me aborrezco. No supe valorar lo único bueno que tenía en mi vida.
—Basta. —abrió los ojos y lo que vi, rompió aún más los pedazos dentro de mí—. No puedo con esto, quería intentarlo, pero no puedo. Perdón.
Me dio la espalda para dirigirse a la puerta, pero fui más rápido que ella y bloquee su camino.
—No, Eleanor, tenemos que hablar de esto, es necesario para arreglar las cosas.
—¡Pero yo no quiero arreglar nada! —rugió—. ¡No quiero tenerte en mi vida! No quiero Blake, es así de simple y lo será más cuando lo aceptes.
—Pues lamento decirte que no saldré de tu vida tan fácil. Cometí el error de hacerlo hace cinco años y no pienso cometerlo una segunda vez. —me crucé de brazos frente a ella.
—No fue un error. Fue lo mejor que nos pudo haber pasado. Yo estoy mejor desde que desapareciste de mi vida. Creo que ambos lo estamos pero tú te niegas a verlo.
—Eso no cierto.
—Lamento que no te guste la verdad, pero esa es.
Sus palabras dolían, joder, ardían. Pero no quería creer en ellas.
—Blake lo mejor será que cada quien siga con su vida. —agrego—. Ambos funcionamos mejor por separado, entiéndelo. Lo hemos hecho bien por cinco años.
—¡A diferencia de ti, yo no lo hago! —alzo la voz, tome un respiro para calmarme cuando vi cómo se encogía levemente—. Mi vida durante estos cinco años ha sido una completa mierda desde que te fuiste.
—Yo no me fui. Tú fuiste el que se alejó.
—Porque tú me lo pediste.
—¡¿Quieres que te recuerde por qué?! —grito alejándose de mí—. ¡¿Quieres que te recuerde lo que me dijiste?!
—¡No hace falta! Lo recuerdo perfectamente ¡Recuerdo cada maldita palabra!
A diferencia de la primera vez que le grite, esta vez no se encogió, en realidad, encuadro los hombros dispuesta a no demostrar debilidad. Aunque gritarle era lo último que quería, parecía que era la única forma de que me escuchara.
—Pues no parece.
—¿No parece? ¿Acaso quieres que las vuelva a repetir? —vi como todo de ella flaqueaba por un momento pero si tenía que repetir aquellas palabras, lo haría—. Te llame perra. O si prefieres que lo cite tal cual: "Mentiste en que eres una completa perra"
Regresa los pasos que se había alejado y levantó el brazo para abofetearme pero la detuve en el aire.
—"¿Qué? ¿A la pequeña perra no le gusta que le digan la verdad?" —cite.
Comenzó a tironear su brazo pero no planeaba soltarlo. Continúe:
—Eso fue lo que te dije.
—No sabes cuánto te odio. —ahora dejaba salir las lágrimas sin ninguna pena.
—Y no sabes cuánto lamento haber dicho esas palabras. Lo lamento todos los días, Eleanor.
Con un último tirón liberó su brazo y comenzó a golpearme en el pecho. No la detuve, sabía que tenía que desahogarse.
—Te odio, te odio, te odio. —murmuraba repetidamente cuando sus golpes comenzaron a ser más débiles.
Intente abrazarla, no obstante, se alejó de mí antes de que pudiera hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Segunda Oportunidad (TERMINADA)
Aktuelle Literatur"Ambos se conocieron en el peor momento de sus vidas pero fue solo por eso que encontraron un soporte el uno en el otro desde ese instante". La vida nos tiene muchas sorpresas, quizás alguna vez nos hemos preguntado exactamente eso: ¿Qué sorpresas h...