Después de haber visto tal escena cualquier habilidad de hablar se extinguió.
Solo me aleje con la esperanza de que nadie me siguiera, y así fue.
Camine sin ser consciente de hacia dónde me dirigía por lo que parecieron horas, y en cierto momento solo llegue a una parada de autobús y subí al primero que pasó.
No me importaba a donde podía llevarme, ni siquiera podía pensar nada que no fuera en el Blake que presencié esta noche. El viejo Blake...
La manera en la que respiraba tan agitado, sus hombros y pecho subiendo y bajando frenéticamente; esa mirada en sus ojos, sus nudillos cubiertos de sangre ajena y de la suya, su cara demacrada con heridas. Su voz tan carente de emoción pero ansiosa por querer... seguir golpeando.
Era como volver al pasado. El pasado de Blake con las peleas.
Fue desde los 11 años que comenzó a caer en provocaciones sin sentido de los chicos que me molestaban en la escuela. Blake a esa edad estaba tan desarrollado que dejaba lo suficientemente mal a esas personas para que fuera suspendido por varios días pero no para ser expulsado ya que no era con frecuencia. simplemente era un niño problemático.
Para los 14, Blake se metía en peleas que ni siquiera le incumbían, pero esa era su «forma de desahogarse». Más de las veces que puedo recordar, me encontraba en nuestro lugar limpiando sus heridas con el kit de pequeños auxilios que acostumbraba a cargar en la mochila.
Un escalofrío me recorrió desde la espalda baja hasta la nuca ante un recuerdo en específico, que era parecido a lo de hace unas horas, pero con la diferencia de que en aquel entonces, teníamos 15 años y fue mucho antes de nuestra pelea.
"—¡BLAKE! ¡DETENTE!
No me importaba recibir empujones mientras me intentaba hacer paso entre la multitud que rodeaba a Blake junto al chico que peleaba por haberme llamado 'puta' al no aceptar salir con él.
Ese chico se merecía una buena tunda, pero no estaba tranquila al saber que Blake se hacía daño, otra vez.
—¡Blake, por favor! —dudaba que tan siquiera me escuchara entre los gritos que aclamaban más sangre, pero no deje de hacerlo aunque me doliera la garganta.
Cuando logré llegar a un punto donde pude verlo, me quedé fría. No importaba cuantas veces a la semana lo mirara pelear, nunca me acostumbraría a esa parte tan sanguinaria de él.
—¡¡BLAKE!!"
Abrí los ojos alejando esa escena de mi memoria. Aun así, las palabras de Blake resonaban en mi cabeza.
Él me lo dijo, esa parte tan... cruel, sanguinaria, seguía aún en él, pero, el saberlo no aminoraba ni un poco los sentimientos encontrados tras ver espantosa escena como hace años.
No conocía los porqués de Blake para golpear a esos chicos, pude distinguir una melena rubia y fue casi imposible no asociarla con Bruno, pero nada me lo aseguraba.
Lo único seguro en todo este caos era la manera tan cruel y despiadada en que Blake repartía los golpes a diestra y siniestra. Un segundo escalofrío me erizo la piel.
Miré por la ventana y distinguí que el autobús pasaba cerca del apartamento, aunque dio varias vueltas antes de pasar. Así que bajé cuando llegó a la parada habitual.
Mi celular se quedó sin batería después de un tiempo por lo que no sé qué me esperaba al entrar por esa puerta.
—Buenas noches señorita —saludo un adormilado Joe.
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Segunda Oportunidad (TERMINADA)
General Fiction"Ambos se conocieron en el peor momento de sus vidas pero fue solo por eso que encontraron un soporte el uno en el otro desde ese instante". La vida nos tiene muchas sorpresas, quizás alguna vez nos hemos preguntado exactamente eso: ¿Qué sorpresas h...