21 | BLAKE ✔

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2 Semanas Después

Las cosas en la vida nunca suelen estar del todo bien, ya sean grandes o pequeñas acciones que intervengan en poder lograrlo.

Sin embargo, existen momentos en que parece que las cosas están bien: un momento de calma; pero de igual forma no hay que ignorar que solo es un momento, ya que tarde o temprano las cosas volverán a no estar bien.

Dos semanas han pasado desde que entre a mi departamento y encontré a Nico y a Eleanor heridos de maneras distintas.

Nico, al día siguiente, me relato lo que pasó desde su perspectiva e incluso me dijo quién fue el causante: resulto siendo el mismo chico desagradable con el que había chocado Eleanor hace tiempo.

No planeaba quedarme con los brazos cruzados y lo busque los primeros días pero no pude encontrarlo, el imbécil se había salvado de la paliza de su vida pues mi furia aminoro.

Ya no quería golpearlo –aunque se lo merecía–, pero si se me cruzara en el camino, tendríamos una linda charla.

Por suerte, Nico ya se encontraba mejor, aun eran visibles algunos golpes en su cara pero no tanto como al principio.

Además, sus hematomas no han impedido que siga ligando con chicas, incluso con más que antes pues, luego de contarles la historia de cómo termino con el rostro prácticamente desfigurado, las chicas caen redonditas a sus pies después de narrarles la manera en como ayudo a un pobre chica indefensa. Sus palabras, no las mías.

Aunque claro que exageraba en el momento. Se hacía quedar como el héroe en todo esto, y Eleanor le subía el ego cada vez que repite que nunca encontraría la forma de agradecerle lo que hizo por ella.

«Como si yo nunca la hubiera ayudado alguna vez...» También me hubiera gustado recibir esa clase de agradecimiento, no puedo negarlo.

Aunque bueno, las cosas con Eleanor están... indecisas, no podría utilizar la palabra bien porque las cosas jamás están bien: ella sigue sin perdonarme.

Después de la pequeña disputa que tuvimos en mi departamento en donde ambos soltamos un par de cosas que teníamos guardadas –que no fueron todas, claro está– no hemos vuelto a tocar el tema. Ninguno estaba preparado mentalmente para el resto, y quizás ahora ya lo estamos, pero ni ella ni yo damos el paso para tener de una vez por todas, esa conversación.

En fin, gracias a eso, no estamos ni cercanos como antes pero tampoco tan separados.

¿Eso podría considerarse como algo positivo? No tengo ni idea.

Pero notaba que nuestro nuevo acercamiento era más por mí mi parte, si por ella fuera hace tiempo seguiría evitándome, no es como si no lo hiciera actualmente pero al menor ahora me dirige más que solo monosílabos negativos.

Durante estas dos semanas he estado al pendiente de ella, no quería que el imbécil del tipo le volviera a hacer algo, mucho menos que la volviera a llamar de la forma en que la llamo. Ni siquiera yo soy capaz de decirlo en mi cabeza.

Así que todos los días, terminando mis clases, me quedo afuera de mi edificio esperando a que pase y acompañarla hasta el suyo.

El primer día sí que se opuso completamente, me mando a la mierda demasiadas veces que me faltarían dedos para enumerarlas, pero era mi decisión no la de ella, así que tuvo que resignarse.

Y sentía que en alguna parte, muy pero muy en el fondo, lo agradecía.

El plan original era estar con ella para cuidarla del imbécil, pero no puedo negar que algunas veces me he estado aprovechando de la situación.

Segunda Oportunidad (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora