Celos y enfermedades

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Para: MacaaSalinas
Que es la pelirroja más adorable del mundo, no solo "otra más".
•••
La semana que quedaba, antes de las vacaciones, me dediqué a terminar y ajustar el proyecto principalmente iniciado.
Lo dejé en manos de mi maestra correspondiente y volví a casa con la bicicleta que Trent me prestó, porque él pasaba directo de su universidad a casa, para ver a M (no, seguía sin darnos nombre)
•Miércoles• 4.18 p.m.
Esperaba que ambos estuvieran en la sala, en la cocina, al menos la chica, pero oía risas, desde arriba y bolsas y pasos. Fruncí el ceño, intrigada.
Dejé mi bolso cerca del sofá y conté hasta diez antes de tomar el valor de subir y entrar al cuarto del único varón.
-Ya llegué...-Mis ojos me picaban, de solo ver lo que ella estaba usando y de ver lo que él traía también.
Bolsas de ropa y cuatro libros que pude ver en la cama. ¡Ropa, mucha, pero a ella se le ocurría usar un short y cubrir su topless con los brazos.
Y, para que mi imaginación volara, ver a Trent por millonésima vez sin remera era culminante.
Cerré la puerta de un golpe y fui hasta el cuarto de los padres. Necesitaba un mentolado y, en esos veladores, había una infinidad.
Apenas y lo había prendido, el rey de mi paciencia llegó y me lo quitó de los dedos. Justo ya podía hacerlo otra vez, el dolor de mi labio se había ido al fin.
-¿Qué te pasó?-Me preguntó con una sonrisa burlona, con actitud acechante, pegándome al borde de la destrozada cama.
-¿Qué te pasa a ti? Trent, no la conoces de nada y ya te la tiras. Su inocencia se fue al caño.-La sonrisa de su perfecta boca se amplió y la cubrió, aspirando del cigarrillo.
-Yo no me la he tirado, estábamos jugando.-Tiró el tubo al suelo y lo pisó, apagándolo.-Le compré más ropa y ella y yo solo...no sé, nos quitamos la parte de arriba...fue por un chiste tonto.-Se encogió de hombros y yo también.
Mi mentira siguiente fue patética.
-No me importa, puedes irte ya.-Miré al Alien que estaba pintado a su espalda.
Sus manos tomaron mi cabeza y los pulgares acariciaron mis mejillas.
-Ahá. Me iré si me das un beso.
-Puedes quedarte por siempre, entonces.-Su nariz rozó la mía y la punta de su lengua recorrió la argolla en mi labio.
-¿Sabes por qué no lo haces? Porque estás celosa.-Una de sus manos bajó y encontró la mía, dejándola en su pecho. Caliente.-Si ni te importara, lo harías, para demostrar que es cosa de un choque de labios y ya, como con Sandy o la chica que olvidó la prenda, pero, esta vez como todas, tú tienes la misma expresión de tensión e incomodidad.-Rodé los ojos, fingiendo que lo que decía no era del todo cierto, cuando me estaba negando a mí misma.
Suspiré y acerqué mi rostro al suyo, para pegar mis labios en su mejilla.
El cuerpo de Trent se tensó y en un segundo tomó la muñeca que conectaba mi mano a su pecho y la tiró para pegar su cuerpo al mío, como nuestros labios.
Mis piernas no podían sostener mi peso un segundo más y caí lentamente recostada en la cama, con él sobre mí y sus manos aferrándose a la piel de mi cintura, como si con eso le bastara.
Su lengua envolvía la mía y los dedos se movían rápido hasta estar justo debajo de mis pechos, pero la puerta se abrió de golpe y esa sonrisa que me ponía nerviosa venía escondiendo algo.
-Hey...oh-La fingida sorpresa, que al parecer solo yo podía notar, se pintaba en su cara inocente como si el arte fuera juego de niños.-Trent, ¿puedes venir conmigo al baño? Necesito toallas para una ducha.-Una remera cubría lo que antes no.
El rubio si quiera me miró y se levantó a para las órdenes de esa chica.
-Ve, voy en un rato pequeño.-Aseguró la pelirroja, mientras que Trent ya se perdió de mi vista.-Vania, es un gusto que veas como van a cambiar las cosas por aquí.
-¿Ah?-Fruncí el ceño y me senté para escuchar lo que tenía que decir.
-Querida, él ya no va a ser tuyo solamente, sabes a lo que voy.-Jugó con un tono típico de mala estúpida.
-No lo es, Trent y yo solo somos amigos...o algo así. Nos besamos, pero la verdad...
-¿No te lo has...¿Vives con él y no te lo has tirado?
-No.-Empuñé las manos y miré atenta toda su anatomía. Ella rió un segundo. -Te irás de aquí antes de que puedas darle un beso más, Vania.-Afirmó, divertida.
-¿Y por qué quieres que me vaya?-Interrogué sin entender el fundamento de su decisión.
-Solo te diré algo, para que lo investigues: pseudología fantástica y sociopatía. No te costará entenderlo, amenos que seas tan tonta como todos dicen que eres.
•••
pseudología fantástica: Mezclar la realidad con la ficción, volviéndose una mentirosa compulsiva, pero a niveles mayores, por lo que traspasa la "mitomanía".
Sociopata: Persona que destruye relaciones.

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