Punk

Suerte

La semana de vacaciones se acercaba, igual que esa chica con Trent. Yo hablaba, ella le susurraba, reían y se contaban cosas, que probablemente fueran mentiras.
Verlos así me provocaba dolor de cabeza, sabiendo que el fin de ella era hacerme alejar de Trent, todo por una enfermedad mental problemática.
¿Y quién sabía si de verdad su vida de mierda no era verdad? Nadie. Yo no tenía forma de averiguarlo tampoco.
•Sábado• 10.57 p.m.
Decidí salir, por una oferta que me hizo Mo, obvio iban también la nueva pareja de amigos especiales.
Me vestí con algo de la ropa que Mo y su novia habíamos comprado y una chaqueta leather, además de llevar una cajetilla en el bolsillo trasero.
Al menos conservé el asiento de copiloto, el silencio era sepulcral y las miradas del retrovisor eran como los gritos que faltaban.
Fui la primera en bajar y dejar la puerta casi cayéndose.
-¡Van!-Me abrazó mi amiga ahora con el cabello...lila.
-¡Hey, te vez bien!-Admití y ella se encogió de hombros, con una sonrisa agradecida.
-Tú te vez ardiente y con una cara de mierda...-Se acercó un poco más a mí, mientras M y Trent pasaban juntos.-¿Esa es la que pasea en unicornios?-Sí, vale, le conté. Pero estaba explotando en unos celos sin fundamento y la molestia de verruga cada vez que ella me miraba.
Asentí.
-Pero ella...cariño ella vende hilos blancos.-Puse cara de "no-sé-que-putas-es-eso" y ella repitió en humanóide.-Coca, ella vende cocaína, es la que le vendió a los chicos la primera vez que te los viste, ¿recuerdas?-Como no acordarme de ese momento, si ahí vi lo especiales que eran todos, excepto Trent, ėl era estúpido.-Vive de lo grande y dicen que se escapó de un centro especial, está bien chingada.-Mis puños se cerraron y lo único que necesitaba era vodka. Ya ni siquiera me permitiría interferir, al menos no en mi conciencia.
-¿Tienes pruebas de ello?
-Sé su nombre, al menos el que dice que es.-La miré atenta y esperé.-"Mónica".-Sonreí de lado y luego me reí en la cara de mi amiga.-No le hace justicia a mi inocente nombre esa mujer.-Paré de reír.
-¿Mujer?-Caminamos hasta la barra, en busca de algo que beber. En una palabra mandé lo que quería, de inmediato volví la vista a la chica.
-Tiene veintitrés, pero se ve muy joven con su carita angelical.
-Pero ella tenía hasta el uniforme...
-Eso será cosa de ella, hay varias tiendas de uniformes, idiota. Ella está enferma de veras, si te digo que escapó de un centro.-Bebí mi shot y pedí otro enseguida. Mo estaba metida en un ron.-No puedo creer que tu suerte sea esta.
-¿Mi suerte? La de Trent.-Rodé los ojos.-Cada un minuto, me das un chupito nuevo.-Le ordené al chico y él asintió con la cabeza.
-No, tuya, mira detrás.-Cerré los ojos y suspiré, esperando algo tipo:"lenguas, labios, garganta y dientes" y algo así pasaba. Con manos incluídas.
-¿Sabes algo? Mejor dame algo que mañana ni recuerde, ¿vale?
-¿Y si te metes drogas?-Sugirió, medio harto de mi actitud.
-Pues mételas con una mezcla entre vodka, ron y cerveza o lo que sea.-Gruñí y él asintió una vez más.
Podría decir que es solo por Trent, pero de pronto no era solo por eso.
Había perdido mi estabilidad, mi vida, mi casa, familia y quizá que cosas más.
Y ahora una traficante demente que quiere usarme de blanco. A la mierda, no era solo por un par de pelos amarillos.
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Van:Marcianos, Pinocho, Pincuatro y el pato Donald estaban en la fiesta de cumpleaños de la pequeña Margarita y traía un lindo vestido de globos que confeccionó la princesa Diana en la liana de Lana del Rey, porque es lana y se teje con palitos del Burger King.
Mo:¡Vania, bájate ya y ponte el maldito pantalón que te parto el culo!
Van:¡Pero es que culo es una mala palabra, joven Edwarssss!
Trent: ¿Qué cojones le pasa?
Mo: Ahora te apareces, mejor vete y me dices como tiene el coño la traficante.
Trent: ¿Ah?
Mo: M es una tal "Mónica", que se escapó de un manicomio el año pasado, cuando tenía veintidós años, imbécil.
Van:¡Oh, Julieta, ¿dónde coño están mis lentes tres de?!
Mo:No la tolero más y ¡baja la cámara o no usas tus testículos hasta que te den unos nuevos!
Trent:Nos vamos a casa, toma su pantalón.