(T's)
Justo cuando pensaba que todo estaba en marcha con ella, con Van, que podíamos volver a ser los idiotas de siempre, una llamada interrumpió nuestro momento de unión.
-Perdón.-Me alejé y subí, hasta mi cuarto. No me gustaba que me contactaran públicamente.
Mi sorpresa fue bastante al notar que la llamada era cobrada a larga distancia. Canadá. Walter.
-¿Qué hay?-Tragué seco. Nunca se comunicaban vocalmente, incluso los textos eran específicos y cortantes.
-Trent, ah...estamos bien, pero...-Un grito pareció llamar la atención a lo lejos. La masculina voz de mi pariente fue sustituida por una de mujer.
Mary Jude..."querida madre".
-Escúchame bien, tu padre es un imbécil,- La elegancia tras bambalinas perduraba.-pero por eso no me quedaré sola criando renacuajos yo sola. Mucho con que no te puedas tu propia cabeza. En tres días te vienes a Canadá.-Froté mi cara con la mano y me aguanté una blasfemia.
Esa mujer era una estúpida, no me sorprendía que mi padre la hubiera dejado en algún momento. A fin de cuentas, mi padre era el seguidor de ella, por sus múltiples tácticas manipuladoras y sus senos de plástico.
-No lo haré, que tengas buen día Judy.-Burlé su nombre y ella gritó nuevamente. Desquiciada.
-Querido hijo, no te queda otra opción o ese cuchitril te será embargado.-Gruñí y me sentí lleno de enojo al oír su tan practicada risa.- La empresa inmobiliaria, asociada con nuestra compañía publicitaria, está avisada de ti y sabe de nuestros movimientos. Tu tío no sabe muchas cosas, ¡aparte de ser un traidor!-Caminé con paso firme por cada rincón de mi cuarto, nervioso y comenzando a rendirme. Ella sabía que yo estaba rindiéndome.-Culpa a tu padre por querer ir con una asiática a plantar árboles en cuevas, no tendrías que venir tú a cuidar unos mugrosos.-Gruñía ella, con su boca exageradamente inflada y pintada de cualquier estupidez que ella pagara.
-Pensé que tenías niñeras y mi tío trabaja en casa.-Ella volvió a reír como burla.
Me sentía tan impotente, de no poder reventar uno de sus globos en el pecho y que le asfixiara el poco corazón que le quedaba.
-¿En esta mini casita? Aquí no cabe ni mi ropa y van a haber niñeras. A veces me dan ataques claustrofóbicos.-Sí, estaba explotando y quería tragarme mi rabia, pero eso le abría espacio al maldito llanto. Aunque ella no se alarmaría por ello.-Tu hermana quemó un baño en su escuela y estudia en casa, los gemelos no sé si tienen relaciones entre sí o qué, pero no pueden separarse y tampoco hay escuelas para retrasados cerca. Tu tío no se cuida a sí mismo y va a tocar a mis bebés, ¡ja!-¿Y ahí eran "sus bebés? ¡Triple JA!
Golpeé ligeramente mi frente con la pared y dejaba que lágrimas me humedecieran la cara.
Era todo lo que podía hacer. Quizá yo aportaba por mi país, opinaba acerca del mundo, me levantaba enfrentando muchas cosas, pero no tenía fuerzas ni el poder para destruir a ese monstruo de tintura dorada y grasa chupada por tubos.
-Lo pensaré, pero prefiero morir en la calle que soportarte una vez más, Mary.-Corté con las manos temblando y tiré el teléfono a la cama.
Me quedé hecho bola, llorando en ese rincón y salí de mi cuarto con demasiada rabia.
¿Cómo podía atreverse?¿Es que acaso, con todo ese dinero para comprarse un cuerpo, no le alcanzaba para una conciencia? ¡Una pintura de pelo que no le quemara el cerebro!
Golpeé la pared del cuarto de mis progenitores.
Mis puños me dolieron después de dos golpes más y salía sangre. Intenté con el otro y comencé a gritar.
Presión hasta por mensajes, antes de estar solo era así todo el tiempo.
Una maldita corbata, una maldita sonrisa, yo cuidando a los niños y pretendiendo que no sabía de los amantes de mi mamá que la ayudaban a ascender en la empresa.
Ella era una zorra, de esas caras, pero vulgares y con propósitos de arpía.
-¡Trent!-Vania entró en el cuarto, con sus bellos ojos demostrando su preocupación.
Caminó hasta mí y me envolvió en sus brazos.
-¿Qué, qué fue?-Acarició mi espalda con calma, intentando estabilizarme.
-Mi mamá...me quiere en Canadá en tres días o me quitará la casa.-Murmuré, inhalando el olor de su cabello.
Emanaba algo propio de ella y al aire libre de antes.
Toda esa mierda seguida; fantástico.
-Trent...yo...no sé...-Se separó de mí un poco, sin dejar su contacto y me miraba con más preocupación y con pena. Me hacía sentir mejor que había alguien se preocupaba y que estaba como apoyo.-Sigue el plan del súper cómodo y aburrido hotel, ¿sabes?
•••
Ando problemática B/ lml.
Pd:Sé que aman ese cupón, quieren usarlo xD
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Punk
Novela JuvenilEran cambios para mí. Entré a un mundo en el que cualquier forma de pensar era la correcta y podía ser yo, sin pretender más. La sociedad cada vez estaba ausentándose en mi conciencia y su forma de dominar mentes ajenas.