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Duele. Duele mucho. No, debo seguir, debo encontrarlos.

Mikasa se levanto dificultosamente sosteniendo la mayor parte de su peso sobre la pierna tambaleante mientras la otra trataba de equilibrarse. El polvo inundaba el aire creando una neblina espesa, el galope de los caballos seguía sonando al igual que los gritos de las personas corriendo desesperadamente a través de las casas.

Sentía su cabeza latiendo punzantemente producto del titán acorazado que había sido lanzado por los aires cayendo a menos de 1 kilometro creando una onda expansiva. Debía encontrar a sus amigos, debía encontrar a Eren....debía decirle....

Unas rocas lanzadas por el titán golpearon los edificios de la avenida provocando que los escombros comenzaran a caer sobre las personas. Su corazón se detuvo al ver que se encontraba en el camino del peor efecto domino, quería correr, pero su tobillo estaba quebrado y aunque lo hiciera, no lo lograría.

Podía escuchar los cuerpos siendo aplastados, el llanto de los niños, el relinche de los caballos, sus compañeros....dejo caer ambos brazos en signo de derrota.

-Eren....

Los rayos de sol comenzaban a alumbrar el entrenamiento de aquella mañana, estaban convencidos que deberían hacer su combate cuerpo a cuerpo bajo el cielo gris y desanimado. El rubio miraba el cielo contemplando las nubes que se estaban disipando poco a poco estaba tan sumergido en sus pensamientos que no logro reaccionar a tiempo cuando su cuerpo ya se encontraba en el suelo con ambas manos siendo sujetas por detrás de su espalda y su boca rozando la tierra.

- ¿Qué sucede armin? -menciono el castaño con un sonido burlesco viendo lo fácil que fue derribar a su amigo-

-Eren...-se quejó - no es justo, no estaba listo.

-Nunca te preguntarán si estas listo- le dedico una sonrisa amable mientras lo ayudaba a levantarse-

-Es tu primera vez ganando y ya comienzas a dar consejos vaya sí que te tienes fe- menciono el chico que los había estado observando mientras trataba de aguantar la risa-

-¿De que ríes cara de caballo?- el castaño se giró molesto-por lo menos hacemos el intento de entrenar, tú ni siquiera prácticas todo el día.

-Eso es porque no necesito hacerlo-se cruzo de brazos mientras esbozaba una sonrisa-mikasa me enseño muy buenos movimientos ¿sabes? entrenamos por varios días.

-Que mentiroso eres, si ella quisiera entrenar lo haría conmigo o armin- comenzó a caminar pasando por el lado de Jean golpeando levemente su hombro-

Algo se encendió dentro del castaño, le molestaba que mikasa estuviera entrenando a solas con Jean. Mikasa era una de las mejores en combate cuerpo a cuerpo, era rápida, tenaz, podía anticipar los movimientos de sus contrincantes y así defenderse. Entrenar con ella y que te enseñe era lo mejor si querías estar en un buen puesto dentro de la lista. Sin embargo, no estaba molesto porque Jean aprendiera movimientos que pudieran hacerlo quedar más arriba que él en la lista, definitivamente descartaba aquello.

-Sí, eso me dijo hace un tiempo atrás - pensó- que se sentiría cómoda entrenando con ustedes, pero casi nunca pasaban tiempo juntos.

El castaño siguió caminando estaba muy cansado desde el día anterior como para entablar una discusión con jean, pero en el fondo sabía que esas palabras eran ciertas y no podía discutir ante eso. Se detuvo y comenzó a mirar con quien podría entrenar nuevamente y en su campo de visión observo la azabache practicando con Sasha. Mikasa tenía sujetada a Sasha con un brazo rodeando su cuello mientras el otro lo sujetaba tras su espalda, la colorina hizo una señal de rendición y comenzó a reírse por lo mala que era tratando de ganarle a la azabache mientras recobraba el aliento. Eren se sorprendió al verla sonreír también, no recordaba la última vez que la había visto sonreír desde aquel día que los titanes destrozaron la muralla o quizás Jean tenia razón, ya no pasaban tanto tiempo juntos.

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